Intervenciones en teoría cultural | Page 142

Identidades: conceptualizaciones y metodologías 141 después-del-evento. Esto da a las cuestiones de cultura e ideología, y los escenarios de la representación —subjetividad, identidad, política— un lugar formativo, no meramente uno expresivo, en la constitución de la vida social y política” (Hall 1996: 443). Este aspecto performativo de las identidades en la constitución del sujeto ha sido uno de los puntos sobre los que ha gravitado el trabajo de algunas teóricas feministas como Judith Butler ([1990] 2007, 2001). Ahora bien, del hecho que el sujeto sea construido no se puede deducir que entonces es absolutamente determinado y carente de agencia: “[…] por el contrario, el carácter construido del sujeto es la precondición misma de su agencia […] (Butler 2001: 27). En tanto práctica significante, las identidades son polifónicas y multiacentuales. Ninguna identidad supone un significado estable y compartido por todos los individuos y colectividades de forma homogénea. Las identidades no son definidas de una vez y para siempre, sino que las cadenas denotativas y connotativas asociadas a una identidad específica se desprenden de prácticas significantes concretas, de las interacciones específicas entre diversos individuos donde se evidencia la multiplicidad de sus significados. En la práctica social de los disímiles individuos y colectividades, las identidades acarrean múltiples, contradictorios y, en ciertos aspectos, inconmensurables sentidos. Así, en su análisis de las identidades raciales en el Perú, Marisol de la Cadena argumenta: Lejos de ser simples equivocaciones, estos ejemplos [de diferencias en las categorías raciales asignadas por algunos europeos o asumidas por ciertos peruanos] ilustran los múltiples significados de las etiquetas de identidad, así como los esfuerzos por separar y clasificar —es decir ‘purificar’ identidades— a través de la supresión (o deslegitimación) de la heteroglosia […] A pesar de estos esfuerzos, la heteroglosia persiste y los “errores” continúan (2005: 261).