Intervenciones en teoría cultural | Page 124

Modernidad y diferencia 123 modernidad (al igual que sus retoricas historicistas) obliteran unas modernidades que devienen silenciadas por la práctica etnográfica o que han sido modernidades denegadas (mas que impensadas, impensables) en la imaginación histórica. Los tres autores abogan por la adecuación del principio de inteligibilidad (ya sea mediante la apelación a la teoría crítica de la modernidad en Kahn, o la redefinición misma de la imaginación histórica europea de la modernidad en el caso de Fischer y Trouillot). Frente a esta problemática de la adecuación del principio de inteligibilidad considero que hay dos situaciones posibles. La primera, como en el caso examinado por Ferguson (2005), en la cual nos enfrentamos ante discursos explícitos sobre la modernidad, en los que se halla el término modernidad operando en los actores locales asociado a una serie de significados y de prácticas. En esta situación la eventualización pasa por comprender en los diferentes actores locales (no sólo los ‘nativos’, sino los actores que operan localmente) las racionalidades articuladas al término modernidad, pero también las tecnologías y subjetividades que despliega. La otra situación es mucho más complicada para un análisis eventualizante de la modernidad. Fischer y Trouillot argumentan que cuando se toma seriamente el lugar del Caribe ciertos enunciados y experiencias que los europeos identifican para sí mismos como criterios de modernidad se encuentran operando de otro modo en los descendientes de africanos, debido a las particulares las relaciones de poder y a su posición subordinada en el sistema mundo. A mi manera de ver, para el problema que estamos considerando, las implicaciones de su análisis consisten en que hay que repensar cómo la imaginación historiográfica europea ha entendido la modernidad ya que las obliteraciones de ciertas experiencias y prácticas son parte de las mismas racionalidades, tecnologías y subjetividades de esta euro-modernidad. En este sentido, la estrategia eventualizante consiste no en proyectar una idea prefabricada de modernidad (una