Intervenciones en teoría cultural | Page 119

118 Intervenciones en teoría cultural refiero a la modernidad hiperreal no quiero decir que no exista, ni que no tenga efectos en las materialidades del mundo. Al contrario, ha colonizado la imaginación teórica y política de tal forma que incluso los discursos que aparecen como disidentes o críticos los tienden a reproducir y a reforzar. Para evitar los encantos de la modernidad hiperreal, propongo seguir un abordaje que no sea substancialista, es decir, que no se pregunte de antemano qué es (o no) la modernidad (o modernidades) siguiendo una estrategia definicional sino que, desde una estrategia eventualizante, considere qué se ha enunciado y hecho histórica y etnográficamente en nombre de la modernidad (o en su contra). Un abordaje de los discursos efectivamente pronunciados y las prácticas articuladas en lugares y por gentes concretas en nombre de lo que se ha supuesto como modernidad. Un gesto eventualizante constituye la alternativa a los callejones sustancialistas sin salida. Antes que la búsqueda de la verdad-verdadera o de la autenticidad última de lo que establecería la modernidad (como una o como múltiple), la eventualización tendería al examen de las modernidades como singularidades múltiples, como acontecimientos que debe comprenderse en sus propios amarres y contextos. Una vez abierta la posibilidad analítica de concebir a la modernidad de una forma no substancialista, el análisis histórico especifico de cómo ha sido articulada efectivamente no puede desconocer que la modernidad de hecho ha operado como un ‘deseo civilizatorio’ estrechamente ligado a la expansión de lo que aparece como ‘Occidente’, a la producción misma de la arrogancia imperial europea y, más recientemente, la estadounidense. Pero esto no debe hacernos perder de vista que este proyecto no necesariamente se agencia desde el contenido que se otorga a priori desde cualquier modernidad hiperreal. En nombre de la modernidad de hecho se han articulado agendas, discursos y