1. Contexto homérico
muerte de Palamedes, el abandono de Filoctetes, las crueldades de la guerra de Troya, etc. Por
otro lado, costumbres que también censura, como, por ejemplo, el uso del arco que, si bien en
la época micénica tenía una gran importancia, en su literatura es juzgado como poco
caballeresco y se le otorga a figuras bajas como Paris, por lo demás, más afeminadas. Hay,
además, características nuevas reflejados, entre otras cosas, en los epítetos de guerra, de
profunda humanidad; así también, figuras que Renata von Scheliha (p. 78) ha considerado
como agregados de Homero, tales como Patroclo, Fénix y Héctor, las cuales
personifican la elevación espiritual, la fidelidad y el amor al maestro, a la patria, al pupilo o al amigo hasta
el sacrificio y la muerte. Esto sería lo nuevo en Homero, entremezclado todavía con tantas escenas de crueldad
primitiva procedentes del ambiente de la épica tradicional y con el elogio del valor o la astucia del guerrero que sólo
se cuida de su vida o su botín
22
.
Otros elementos de este estilo muestran la “urbanidad homérica” más reciente
eliminando “temas crudos o escandalosos” y añadiendo a lo preexistente características de un
tono más elevado que, al mismo tiempo, nos muestran, por la comparación posible de realizar
con componentes más arcaicos dentro de la misma pieza, cuáles son las continuaciones con la
mentalidad y el sistema de valores anteriores y cuáles, las discontinuidades: “Axilo, el héroe
que albergaba a todo el que pasaba por el camino (IL. VI, 12 ss.); Teano, que crió al hijo
bastardo de su marido igual que a los suyos (IL. V, 70 ss.); Egiptio, cuyo hijo devoró el Cíclope
(OD. II, 15 ss.); o los personajes anónimos de las comparaciones, como la madre que aleja las
moscas de su hijo pequeño (IL. IV, 130 ss.) o aquélla otra que hila toda la noche para poder
mantener a su familia (IL. XII, 433 ss.)”. Como se ve, algunos de estos nuevos tópicos nos dan
una imagen de la mujer en los tiempos homéricos. Muchas de las cuestiones que calla el poeta
tienen que ver particularmente con historias que dan lugar a interpretaciones alternativas de
la mujer, propias de un mundo más antiguo.
1.3.
Investigaciones más recientes
González García, a quien ya hemos citado anteriormente, a propósito del último
trabajo arqueológico realizado por el equipo de Korfmann, cuyo relevamiento realiza Latacz en
su trabajo Troya y Homero. Hacia la resolución de un enigma, lleva a cabo una crítica acerca de
la tradición en torno a la historización de la epopeya homérica, de la cual éste grupo supone
una continuación.
Según González García, las problemáticas que arrastra la tradición de esta
investigación tienen su raíz en el propósito de demostrar que tanto la Ilíada como la Odisea
pueden ser tomadas como una fuente histórica de sucesos acontecidos en una época de la que
muy poco se sabe, en lugar de ser tomadas como él postula: fuentes históricas, sí, pero no de
un acontecimiento particular como puede ser la guerra de Troya y sus posibles causas, sino de
un sistema de valores sociales, morales, religiosos, etc. que tienen su representación en la
cristalización de una larga tradición épica que culmina con estas dos epopeyas 23 . Por otro lado,
otro gran problema ha sido el de intentar situar determinados elementos de los poemas
homéricos en un momento histórico determinado, por lo demás, intento muy difícil, por no
22
Ibid., p. 79.
González García, Historizando a Homero II: los testimonios épicos y mítico-religiosos, Revista Habis,
artículo 38, Zaragoza, 2006.
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