" En Crimea ya estaban combatiendo contra Rusia, ejércitos de Francia, Turquía e Inglaterra y hasta una división piamontesa. Pero no habían entrado en acción los expedicionarios cuando Villanueva, considerando que el enfrentamiento era desigual al batirse varias naciones contra una, toma partido, con la resignada anuencia de Prim, por el bando más débil, o sea el de los rusos ".
Trueca entonces el argentino su vacilante fez rojo por el gorro de piel cosaco para iniciar su más brillante etapa militar, y como teniente coronel del ejército zarista-al frente de la caballería- lucha contra las hordas otomanas. Alberdi aquí deja ya por hecho el cambio total de Villanueva:
“ Terminada la guerra, ya no se llamaba Villanueva, sino General Villanocoff”
El ascenso de Villanueva a general del Imperio Ruso es interesante:
“ Quienes lo recibieron con gusto y sorpresa por su habilidad para hablar idiomas, especialmente el inglés, y principalmente por su habilidad como jinete ". Es incorporado al primer Regimiento de la División 31 de Caballería del Imperio de Rusia al mando del coronel Ponnekin. Destinado a
Interdefensa Militar Argentina
Un Poco de Historia. operaciones de guerrilla en la vanguardia, enseñó a bolear y a enlazar los caballos de los enemigos a sus soldados, y a utilizar tácticas propias de las montoneras criollas. Unos cuantos días antes de la toma de Malakoff se presentó a la tienda del general trayendo toda una ronda prisionera de las avanzadas francesas.
Ascendió rápidamente en el escalafón tanto por sus méritos como por las bajas entre sus superiores hasta convertirse en segundo del coronel Ponnekine, y cuando éste murió al frente de su regimiento Benigno Villanueva le sucedió en el cargo, desempeñando su mando con eficacia hasta la finalización de la guerra a comienzos de 1856.
La muerte de superior, le trajo también como añadidura, el matrimonio con su viuda, una bella noble rusa por lo que Villanueva terminó siendo un boyardo de la Corte Zarista. Ídolo de sus tropas, héroe Nacional y ya parte de la nobleza rusa, Villanueva – ahora Villaconoff- no podía concluir su historia, y llegó mas lejos aún, Alberdi da los últimos datos:
“ En un viaje que hizo Obligado a Rusia, recogió el autor de las Tradiciones la última noticia sabida de don Benigno: Se había marchado al Afganistán”
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