Interdefensa Militar Argentina
de emplear a un
transporte
C-130
Hércules, el cual sí
contaba con autonomía
suficiente para realizar
la fase de búsqueda y
localización de los
blancos ocasionales. No
se sabe cómo surgió la
idea de artillar a un
Hércules, pero si que la
idea surgió ése día, tal
como se desprende del
Tomo VI Volumen 1
Página 277 de la
Historia de la Fuerza
Aérea Argentina.
Según relata el Com. (R)
Alfredo Cano en su
reciente
libro
Recuerdos
Transporteros
(pág.
190), el ideólogo y
gestor
de
la
modificación
del
Hércules
en
bombardero
le
correspondería al por
entonces
comodoro
Massa,
quien
seguramente
analizó
diversas
ideas
y
opciones para dotar el
Hércules
de
una
capacidad de ataque
viable contra blancos
navales
a
gran
distancia. A diferencia
de los Canberra, el C130 tenía a su favor no
sólo su radio de acción
sino también un mejor
equipamiento
electrónico para éste
tipo de operaciones, tal
como los equipos VLF
Omega que le permitían
una navegación precisa
y segura sobre el mar,
el radar de navegación
Sperry AN/APN-58 que
contaba
con
una
limitada –pero vitalcapacidad para
la
detección de blancos
navales,
y
el
interrogador IFF les
permitía conocer a la
tripulación si habían
sido detectados o no
por un radar a modo de
un sistema de alerta
radar primitivo. Todo
éste instrumental le
permitiría al Hércules
poder realizar distintos
patrones de búsqueda
de modo autónomo y
en caso de detectar un
blanco rentable y con
bajos
niveles
de
defensa, atacarlo.
La idea tuvo un impulso
inesperado. El 12 de
Mayo de 1982 parte
desde el Reino Unido el
trasatlántico
Queen
Elizabeth
II
transportando más de
3.000 miembros del
ejército británico, en su
mayoría miembros de la
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5º
Brigada
de
Infantería. En Argentina
la noticia desató mucha
inquietud
y
se
evaluaron
distintas
alternativas para atacar
al enorme trasatlántico
de 293 metros de
eslora.
Desde
la
Armada Argentina se
evaluó una acción que
estaría encabezada por
el destructor Comodoro
Py escoltado por el
destructor Hércules o
Santísima Trinidad para
realizar un ataque con
misiles MM-38 Exocet y
hasta la posibilidad de
emplear las tres torres
dobles con cañones de
127 mm del Comodoro
Py, pero se desistió de
ésta acción debido a la
amenaza
submarina
británica y a la alta
velocidad
de
desplazamiento
del
trasatlántico que era
superior
al
viejo
destructor. De éste
modo la FAA quedó
como la única opción
para intentar alcanzar
un blanco naval a gran
distancia y el proyecto
de artillar a un Hércules
tuvo luz verde.
Las opciones
5