Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento CONTRIBUCIONES CONTRA LA CORRUPCIÓN | Page 14

Validez externa Si bien es cierto que la mayoría de experimentos económicos están sujetos a cierto debate en torno a su validez externa y existen voces críticas en cuanto a si los resultados serán vigentes fuera del laboratorio; en el caso de los experimentos en materia de corrupción este debate es casi aún más arduo. Los principales argumentos que cuestionan su validez externa se refieren a: • Los pagos en el laboratorio difieren mucho de aquellos fuera. • El tipo de jugadores también pueden diferir mucho. Por ejemplo, estudiantes o políticos. • Las condiciones en el laboratorio probablemente sean distintas, por ejemplo, difícilmente las transac ciones corruptas en el exterior se lleven a cabo entre sujetos anónimos. • Los participantes de un experimento son conocedores que sus decisiones están siendo controladas y analizadas. • La mayoría de experimento se llevan a cabo en países desarrollados, aunque la lucha anti-corrupción es crucial en países en vías de desarrollo. Esta sección presenta algunos experimentos cuyo objetivo final es el análisis de dichos argumentos como ver- daderos impedimentos a generalizar los resultados obtenidos en el laboratorio. Abbink y HennigSchmidt (2006) probaron la validez externa de los experimentos de corrupción retirando las connotaciones negativas del lenguaje en las instrucciones del experimento. Su experimento estaba planteado con un lenguaje neutral y abstracto para ver si captaba la reacción cotidiana de los jugadores igualmente. La hipótesis que probaron era si el hechode usar un lenguaje con connotaciones negativas reducía los niveles de corrupción. No fue este el caso, ya que ni la can- tidad media de sobornos ofrecidos ni la frecuencia de la opción corrupta se redujeron bajo el marco de lenguaje neutral. Presentar el experimento con lenguaje sugestivo no influencia los resultados. En el experimento de Alatas et al (2009), que ya ha sido presentado brevemente en la sección 2 de este capítulo, se llevó a cabo un experimento en Indonesia pero con dos grupos de participantes de distintas características. Por un lado estudiantes y por otro funcionarios con cargos públicos. Los autores utilizaron el mismo planteamiento que el experimento de Cameron et al. (2009) para estudiar sujetos dentro del mismo país, con dos grupos con características dispares. Los resultados de este estudio demostraron que los estudiantes que actuaban como em- presas tienden a ofrecer más sobornos que los cargos públicos que actuaban como empresas. Los estudiantes que actuaban como funcionarios también eran más proclives a aceptar los sobornos que los cargos públicos. Sin embargo, entre los dos grupos no se encontraron diferencias significativas en cuanto a la frecuencia del castigo a las actividades corruptas. Armantier y Boly (2008) desarrollaron otro experimento para probar la validez externa de los experimentos en corrupción en un laboratorio con estudiantes canadienses comparado sus resultados con un experimento de cam- po, llevado a cabo en Burkina Faso. Si los resultados no fueran estadísticamente significativos se podría concluir que los resultados de un experimento en condiciones de laboratorio en un país desarrollado podrían ser extrapola- bles a otros contextos con otros sujetos. El contexto del experimento es el que tiene lugar tras llevarse a cabo un dictado que tiene que ser corregido por unos examinadores a los que las personas siendo examinadas ofrecen un soborno para que lo aprueben, aunque no lo merezca. Los autores demostraron que las diferencias entre el exper- imento en condiciones de laboratorio y en el campo no son estadísticamente significativas.