La evacuación de los koalas hacia Isla Canguro ha llevado a un aumento tan intenso de la población, que ahora el árbol de eucalipto y una gran lista de animales estén amenazados. Esto sucede por sus hábitos alimenticios: los koalas se mueven muy poco y se alimentan directamente de las ramas, sobre las que se sientan. Un programa de traslado de la población fracasó al no tener en cuenta las necesidades de los koalas, por lo que volvió a la situación anterior.
Desde ese momento las poblaciones de koalas no pueden sustentarse por sí mismas. Cada población se ha adaptado a sus hábitats y cada distrito es único. Las zonas previstas deben ser apropiadas y lo suficientemente grandes para las poblaciones de koalas. No obstante esto no se observó durante las muchas pruebas de traslado de la población de koalas. Otro problema adicional es que casi el 80 % de los koalas vive en terrenos privados. Esto sucede principalmente en la zona levantina australiana. Una de las causas principales del descenso de los hábitats para los koalas es la desaparición de los bosques. Según cálculos de la Asociación Australiana del Koala, si no se toman medidas eficaces de protección, los koalas podrían extinguirse antes del año 2080.
Los koalas australianos han sufrido un fuerte declive en su población debido al desarrollo humano, los incendios forestales y el calentamiento global, y podrían desaparecer en cuestión de décadas.
La población de koalas salvajes en la isla principal de Australia es de entre 43.000 y 80.000 ejemplares, muy por debajo de estimaciones anteriores de más de 100.000, con la posibilidad de que los animales podrían enfrentar una posible extinción en unos 30 años, dijo la Australian Koala Foundation.
"Los koalas están desapareciendo en todas partes", dijo la presidenta ejecutiva de la fundación, Deborah Tabart. "Realmente no quedan árboles. Si siguen cortando árboles no tendrán koalas", agregó.