Insomnia # 01 Marzo de 2014 | Page 12

DRAMATICO INFORME DE NACIONES UNIDAS

EL TRAFICO ILEGAL: LA GRAN AMENAZA PARA LOS GRANDES SIMIOS

El multimillonario comercio ilegal de fauna silvestre, un tráfico clandestino que ha llevado casi a la extinción a criaturas emblemáticas como el tigre, está amenazando ahora la supervivencia de los grandes simios, denunció la Organización de Naciones Unidas a través del GRASP (Great Apes Survival Partnership) en un nuevo informe.

Chimpancés, orangutanes, gorilas y bonobos están desapareciendo de su medio natural en cifras alarmantes, mientras propietarios privados pagan grandes cantidades de dólares por tener una mascota exótica y algunos zoológicos, parques de entretenimiento y circos rodantes de mala fama claman por primates contrabandeados para entretener a sus audiencias. Se calcula que entre 2004 y 2011 más de 22.000 grandes simios han sido vendidos ilegalmente, de los cuales más de la mitad eran chimpancés. "Estos grandes simios constituyen una parte importante de nuestra herencia natural. Sin embargo, al igual que todas las cosas de valor, los grandes simios son utilizados por el hombre para ganancias comerciales y el tráfico ilegal de las especies representa una amenaza a su existencia", dijo Henri Djombo, un ministro de gobierno de la República del Congo, citado en el informe. En ese país, el Instituto Jane Goodall tiene el centro de rehabilitación de chimpancés más grande de África, con más de 155 individuos. El IJG España colabora con el mantenimiento del mismo a través de las cuotas de sus socios y miembros de Chimpamigos.

El reporte del organismo internacional pinta un panorama terrible en la lucha para proteger una decreciente flora y fauna muy vulnerable a las acciones de la delincuencia organizada. Contrabandistas hábiles cazan los simios en su propio hábitat, que está concentrado en el centro y occidente de África, antes de transportarlos en aviones de carga privados que sólo requieren pistas pequeñas para aterrizar. Su destino es generalmente Medio Oriente y Asia. En países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Líbano, los grandes simios son comprados para mostrarlos como piezas de exhibición en jardines y zoológicos privados. En Asia, los animales son típicamente destinados a zoológicos públicos y parques de entretenimiento. China, por ejemplo, es un destino principal para gorilas y chimpancés. Tailandia y Camboya han registrado casos de orangutanes que son utilizados para entretenimiento en "torpes combates de boxeo", agrega el informe.

Una laxa aplicación de la ley y la corrupción facilitan el contrabando de animales a través de ciudades africanas como Nairobi (Kenia) o Jartum (Sudán). Bangkok, la capital de Tailandia, también es un centro importante de comercio de orangutanes. Las condiciones del transporte suelen ser terribles. En febrero de 2005, las autoridades aduaneras en el aeropuerto de Nairobi decomisaron una caja grande procedente de Egipto. La caja contenía seis chimpancés y cuatro monos, colocados en pequeños compartimientos. La caja fue rechazada en el aeropuerto de El Cairo, un centro importante del tráfico de especies orientadas al Medio Oriente, y se le regresó a Kenia, pero un chimpancé murió de hambre y sed.

La demanda de carne de primate también se ha incrementado debido a la proliferación de las actividades de tala y minería en África. Hay matanza de primates adultos y jóvenes para consumo y los huérfanos son capturados y vendidos en el comercio de especies vivas. Los aldeanos también se llevan a los primates de las zonas rurales para venderlos en las ciudades. Los humanos además traspasan y destruyen los hábitats naturales de los primates; talan los bosques donde viven esos animales para construir infraestructuras o con otros fines. Esta situación obliga a los primates a una mayor proximidad y al conflicto con la gente. A veces, incluso, los animales son víctimas de las guerras.

Los arrestos por delitos contra los animales son muy escasos en África debido principalmente a que las autoridades carecen de recursos para que sus policías puedan combatir la redes de cazadores ilegales. La corrupción impregna a la autoridad y a veces algunos sectores de ella están implicados en el comercio ilegal de estos animales. De 2005 y 2011, sólo 27 hubo arrestos en Africa y Asia.