Gómez Rodríguez
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Para terminar, dichos coeficientes estimados por la
reconocer que los retornos a la experiencia laboral
sesgo (Maddala, 1983).
que las variables relacionadas o asociadas a la teoría
función principal al agregar λ indican la magnitud del
(2)
(3)
Donde: la variable base es Bogotá y, por otra parte,
Wi es el Vector columna del logaritmo
del salario por hora del individuo del sexo
i, Wi es el Vector columna del logaritmo del
salario por hora del individuo del sexo i, Xi
potencial son significativos al 1 %; de ello se deduce
del capital humano desde el crecimiento endógeno
van alineadas, en virtud de que los retornos por cada
año de escolaridad adicional, así como la terminación
de los estudios (es decir, formación básica y pregra-
do), evidencian una tendencia a ser más altos para
los individuos. No obstante, desde el punto de vista
de género, los hombres en las áreas metropolitanas
estudiadas ostentan mayores retornos en comparación
con las mujeres.
En las tablas 1 y 2 se muestran las ecuaciones
es la matriz que contiene las características
por género para cada una de las trece áreas metro-
de coeficientes a estimar, λ es el Término de
promedio de los cuatro años y el antilogaritmo y
observadas de los individuos, Βi es el Vector
corrección, σ es la Covarianza entre los factores
inobservables que afectan a la participación
laboral y aquellos que influyen en el salario
y Ui es el término de perturbación aleatoria,
donde E (u) = 0 (Barraza, 2010, pp. 20-21).
Resultados
Los resultados indican, desde la metodología de
Heckman (1979), que no existe sesgo de selección
en virtud de los coeficientes de lambda λ; asimis-
mo, que hay correlación negativa estadísticamente
significativa al 1 % en las variables seleccionadas,
es decir, que los posibles sesgos o características no
identificadas no son representativas en los ingresos
de los individuos. En el mismo sentido, se puede
politanas. Los resultados indican que, al realizar el
a este último restarle –1 (para obtener datos más
robustos al compararlos con la variable base Bogo-
tá), sus coeficientes son negativos. En particular,
la literatura especializada (Behrman, 1999; Galvis
& Meisel, 2010) ha evidenciado que cuando una
metrópoli ostenta altos índices de competitividad
y calidad de vida de sus ciudadanos (como relación
entre las necesidades del aparato productivo con la
oferta académica de las instituciones de educación,
así como una infraestructura viable), estas tienden a
generar mejores retornos a la educación. De ahí que
los coeficientes de las demás áreas metropolitanas
en comparación con Bogotá sean negativos, debido
a que la capital tiene muchas de estas características
(Lotero, Posada & Valderrama, 2009; Ramírez, Osorio
& Parra, 2007; Schwab, 2014).
Ing. negocios innov. | ene.-jun. | 2015 | Vol. 1 | No. 1 | pp. 21-30
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