La información es una sustancia líquida como la modernindad de Bauman.
Lo más curioso es que en las semanas previas a la muerte de Jobs, como explica el mismo artículo, las acciones de Apple habían alcanzado su máximo histórico de 422.86 dólares, pero la noticia sobre la muerte de este líder amenazó la seguridad los inversores, cuyo miedo se manifestó en la caída de los acciones.
Es evidente: la información es una sustancia líquida como la modernidad de Bauman, pero no por inestable, sino porque se difunde fácilmente y una vez emitida, se desplaza indistintamente por las autopistas de la información generando incertidumbre en el sistema.
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