INFORME LEUCHTER - EL HOLOCAUSTO NO EXISTIÓ Informe Leuchter Bolsillo - Edicion Homenaje | Page 58
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extraían del cadáver todo el líquido por cocción y
lo reducían a cenizas. Los huesos no pueden ser
quemados y hasta hoy deben ser reducidos a
polvo. Hoy en día los antiguos morteros han sido
reemplazados por máquinas moledoras. Las
retortas modernas se calientan, en su mayoría,
con gas, a pesar de que algunas se fabrican
todavía para petróleo. Pero ahora ninguna se
calienta con carbón o coque en los Estados
Unidos y Canadá.
Las antiguas retortas fueron simples hornos de
ladrillo para secar o cocer, y solamente secaban
los restos humanos. Las retortas modernas de
acero, revestidas con refractarios, lanzan ahora
fuego por tuberías, directamente a los restos,
encendiéndolos, lo que provoca su combustión y
quema rápidas. Las retortas modernas tienen,
también, un segundo quemador o postquemador,
para requemar todas las partículas contaminantes
del material gaseoso quemado. El segundo
quemador es una exigencia impuesta por varias
agencias
estatales
responsables
de
la
contaminación del aire. Hay que hacer notar que
los restos humanos no son responsables de la
contaminación. Ella es originada, exclusivamente,
por el uso de combustibles fósiles. Una retorta
eléctrica, de un costo prohibitivo, no generaría
contaminación.