DIALOGAMOS CON LA AUTORA LUCILA CORNEJO - ENTREVISTA DANIEL LEMA
Lucila Cornejo nació en Buenos Aires . Estudió Administración de Empresas en la
Universidad Católica Argentina y se desempeñó durante mucho tiempo en el área de
marketing de diferentes compañías. Desde chica disfrutó de viajar y escribir, y al día de
hoy cuenta con infinidad de diarios de viaje compilados durante años así como una
cantidad de cuentos y relatos cortos de su autoría. En el 2015 publicó su primera novela,
Descalza. Continua el camino literario con el lanzamiento de “SECRETA”
¿Cómo nace el móvil para crear "SECRETA”?
El móvil para todas mis historias es ni más
ni menos que la vida misma. Situaciones
reales que observo, que me cuentan, que
descubro, o que hasta “robo” en algún
lugar público. La inspiración esta siempre
al alcance de la mano cuando uno está
dispuesto a recibirla.
¿Cómo elegiste ser autora de novela viniendo
de un área tan distinta como el marketing?
Creo que no elegí a la literatura, sino que
fue ella la que me “tomó” por completo
cuando la descubrí. El mundo del
marketing y las empresas multinacionales
fueron una etapa, divina y súper
productiva, pero etapa culminada al fin.
¿Qué se puede encontrar al pensar en
"SECRETA"? ¿Qué es lo que te gusta pensar que
le deja al lector?
Me gustaría pensar que el lector se quede
con diferentes sensaciones, algunas de
ellas encontradas, y hasta contradictorias,
porque de eso se trata la vida, porque no
hay buenos y malos, y porque todos, en el
fondo tenemos una multiplicidad de
personajes dentro que pujan por salir.
¿Tenes algún autor o libro que consideres tu
principal influencia para ingresar en la
literatura?
No sé si influencia, pero Borges es un
autor que me transporta al infinito desde
el día en que lo descubrí. Y en cuanto a un
libro, sin duda La Metamorfosis, de Kafka.
No fui la misma después de leerla.
¿Qué consejo podrías brindar para los que
desean escribir y no terminan de concretar su
sueño?
Que lo hagan, sencillamente eso. Que no
tengan miedo. El único limitante a la hora
de crear algo es uno mismo. Y la mirada
prejuiciosa que uno tiene sobre lo propio.
Lo demás, si lo dejamos salir, fluye