INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 90

baja altura atacando a las posiciones francesas. El teniente coronel Balk cruzó el río en botes de goma con su Plana Mayor y su regimiento de tiradores número uno. Poco después fue visitado por el general Guderian, a quien recibieron jubilosamente gritándole: "Prohibido viajar en góndolas por el Mosa". Los oficiales jóvenes, dice Guderian, eran todavía más optimistas que el y poco antes había procurado infundirles cautela diciéndoles: "Prohibido viajar en góndolas por el Mosa". Ahora, después de haber cruzado ese poderoso obstáculo bajo el fuego enemigo, aquellos oficiales le devolvían la frase. El general Guderian dirigió entonces un mensaje a su colega Busch, el que días antes había afirmado que tal maniobra no podía lograrse, comunicándole que ya estaba del otro lado del río. Busch le contestó en términos amigables, felicitándolo. La noche de ese día 13 de mayo, así como todo el día siguiente, le vanguardia luchó para ampliar sus "cabezas de puente" a través del Mosa. Los franceses apreciaron entonces toda la gravedad de esa irrupción alemana y concentraron ahí su aviación y sus tanques" El regimiento de artillería alemana del coronel Von Hippel logró derribar 150 aparatos en ese día. Por su parte, la Luftwaffe lanzó 814 aviones de caza y abatió 80 adversarios. Los tanques franceses fueron rechazados. Toda la primera división blindada alemana logró pasar al otro lado del río, seguida luego por la segunda. La disyuntiva, en ese momento, era fortificarse en espera de otro contraataque francés o girar hacia el poniente en una magna operación de envolvimiento. Guderian le pidió su opinión al comandante Wenck, de la primera división, quien repuso: "¡Tajos, no piltrafas!". Eso significaba que prefería lanzarse hacia adelante, en una arriesgada marcha rumbo a la costa francesa. Y Guderian lo apoyó en esta determinación. Comenzaba (14 de mayo) a cristalizar el plan de Hitler y de Von Manstein para cercar e varios ejércitos aliados concentrados en el sector norte. En efecto, el agrupamiento blindado alemán viró sobre su flanco derecho y hendió todo el norte de Francia, rumbo al mar. Esta columna estaba poniendo en serio peligro sus dos flancos sin protección, pero seguía avanzando. La aviación era lo único que la protegía ocasionalmente centra los ataques de flanco. La infantería alemana se había quedado bastante atrás. El día 15 (el sexto de la ofensiva), el Alto Mando francés se dio cuenta de que estaba sufriendo una terrible derrota. El día 16 en la mañana el regimiento de tiradores número uno, del teniente coronel Balk, acababa de capturar el pueblo de Bouvellmont. Guderian lo siguió a fin de formarse una idea exacta de la situación: "La tropa estaba fatigadísima, puesto que desde el día 9 no habla tenido en realidad descanso alguno. Había escasez de municiones. Los hombres de primera línea dormían en sus pozos de tirador. Balk mismo, en las trincheras, contaba que habla conseguido adueñarse del pueblo en la oscuridad. Había tenido que encabezar el asalto para qua sus 90