INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 85
Una acción improvisada, de audacia y decisión, ajena a los planes más
minuciosos, había dado a los alemanes la victoria en la capital noruega.
En los días subsiguientes tropas inglesas y francesas desembarcaron en tres
puertos noruegos, pero después de dos grandes batallas fueron obligadas a
retirarse a Inglaterra. El rey Haakon, con veinte camiones cargados de oro y
documentos, se fue junto con los ingleses.
Noruega quedó en manos alemanas y se impidió que Inglaterra la utilizara para
atacar a Alemania desde el noroeste.
SABOTEAR AL EJÉRCITO, CONSIGNA SECRETA.
Mientras en 1940 la URSS aumentaba velozmente sus fuerzas armadas, la
infiltración dentro de Alemania ponía en acción la consigna de paralizar al ejército
alemán y de sabotearle sus esfuerzos de quedar con las manos libres en
occidente para lanzarse contra la URSS.
A principios de 1940 Hitler ya había logrado infundir ánimos al general Von
Brauchitsch, jefe del Ejército, y al general Franz Halder, jefe del Estado Mayor,
para emprender una campaña que eliminara el frente occidental, donde Inglaterra
y Francia concentraban fuerzas contra Alemania.
La Infiltración vio con rabia que los
generales Brauchifsch y Halder se les escapaban de las manos y se dedicaban a
planear la ofensiva. Entonces movió al general Ritter Von Leeb {de los más
antiguos opositores a Hitler) para que tratara de influir en los generales Von
Runstedt y Von Bock. Estos eran los más antiguos, experimentados y valiosos
estrategos y habían sido designados por Hitler para mandar los dos enormes
Grupos de Ejércitos que marcharían sobre Francia. Von Leeb trató de
convencerlos de que fueran a presentarle objeciones al Führer, para evitar la
ofensiva, pero Von Bock dijo que eso era "un motín" y que él no iría. Von Runstedt
repuso: "El ejército ha recibido su misión y cumplirá con ella".
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