INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 72
el 26 de agosto a las 4:30 de la madrugada. El día 25 en la tarde todas las
unidades comenzaron a ponerse en movimiento. Eran cinco ejércitos. Una
gigantesca maquinaria de cerca de un millón de hombres. Pero ese día Hitler
ordenó que la ofensiva no se lanzara porque realizaba un esfuerzo más para
conjurar la guerra con Polonia.
La orden que cancelaba la ofensiva llegó a los principales puestos de mando a las
ocho de la noche. Llegar a las comandancias de los cinco ejércitos era fácil, pero
los cuerpos de ejército, las divisiones, los regimientos, los batallones, los tanques,
la artillería motorizada, etc., se hallaban ya en marcha para cruzar la frontera a las
4:30 de la madrugada del día siguiente. Y eran las ocho de la noche. . .
Teléfonos de campaña, radio, telégrafos y mensajeros fueron movilizados
premiosamente. Detener la gigantesca maquinaria en marcha, con cerca de un
millón de hombres, era uña tarea dificilísima.
La orden llegó justo a tiempo a cada comandante de división (15,000 hombres, a
cada regimiento, a cada batallón, a cada compañía, a cada sección, a cada
pelotón. Sólo hubo una sección de asalto, con 30 soldados, que no recibió a
tiempo la contraorden y que a las 4:30 de la madrugada del 26 de agosto cruzó la
frontera, abrió el fuego y se dirigió a su objetivo. Sus instrucciones decían que
resistiera y que en breves minutos un batallón convergería hacia ellos. Pero en
todo el sector del décimo ejército nadie se movió tras ellos. La solitaria sección
alemana, con su teniente al frente, se batió contra los polacos, resistió, luchó en
espera de su batallón, hasta que fue totalmente aniquilada.
Aquellos 30 muertos pudieron haber sido los únicos entre Alemania y Polonia.
Pero el esfuerzo de Hitler por evitar la contienda, proponiéndole a Inglaterra una
alianza y a Polonia una negociación de la crisis fracasó entre el 26 y el 31 de
agosto. Inglaterra contestó alentando a Polonia a la lucha, en tanto que Polonia
decretó la movilización total y anunció que la respuesta a Hitler ya estaba dada
"con las disposiciones militares tomadas por el gobierno polaco".
A las 4:45 de la madrugada del primero de septiembre se inició la guerra germano-
polaca. Cinco ejércitos alemanes cruzaron la frontera para iniciar un gigantesco
envolvimiento de otros tantos ejércitos polacos.
A continuación, Inglaterra y Francia le declaraban la guerra a Alemania.
La URSS estaba servida. En esa forma sus ocultos protectores de Occidente
impedían que Alemania se lanzara con todo su poder concentrado hacia el imperio
bolchevique. Tanto en Moscú como en Londres, París y Washington se sabía sin
lugar a dudas que la URSS no tenía ninguna posibilidad de salvarse en una guerra
a solas con Alemania.
Polonia fue el primer rompeolas. En su ceguera, víctima de la penetración mental
de un enemigo que se le presentaba como aliado y protector, estaba combatiendo
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