INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 41
En esa telaraña de sofismas hasta Ford cayó y envió a la URSS 74,000 juegos de
refacciones de automóviles, así como ingenieros para montar una fábrica.
Moscú había frenado la colectivización agrícola, suavizado la persecución religiosa
y aplazado otras medidas radicales, no porque hubiera modificado la esencia de
su régimen, sino polque había adoptado temporalmente la etapa de Revolución
Pacífica. Esto lo hacía calculadamente, con objeto de facilitar la ayuda que estaba
gestionando en Alemania y Estados Unidos.
En Estados Unidos la propaganda pudo hablar de "un cambio en la URSS" y
estimuló una corriente de inversiones americanas, de las cuales el Estado
soviético se apoderaría bien pronto sin pagar ni un centavo de indemnización.
La Arthur G. MClee Company, de Cleveland, Ohio, constructora de enormes
plantas de acero en el Estado de Indiana, accedió a construir algo semejante en
Magnitogorsk, en los Urales, y envió un ejército de ingenieros y peritos que
erigieron el centro metalúrgico más importante de la URSS.
Los constructores americanos John K. Calder, de Detroit, Henry Hendrickson, de
Cleveland, MacElroy y Spencer planearon y dirigieron la construcción de una
magna fábrica de tractores en Stalingrado. Más de quinientos expertos
americanos trabajaron en esa planta, a. la que los soviéticos le agregaron algunos
cambios para que en vez de tractores pudiera construir tanques. Además, hicieron
una copia de la fábrica y la instalaron en Rostov.
En la industria de los autotransportes la URSS llevaba muchos años de atraso, al
grado de que en 1929 sólo tenía 30,000 vehículos, en tanto que en Estados
Unidos había 26 millones. Valiéndose de técnicos americanos la URSS montó una
planta en Gorki, la Detroit de Rusia", para producir 140,000 autos anualmente.
El coronel Hugh Cooper, constructor de una gran presa en Estados Unidos, fue
persuadido para que dirigiera la construcción de la mayor presa soviética en el
Dnieper, y peritos e ingenieros americanos construyeron también el sistema
hidroeléctrico del Dnieper.
El marxismo con base en Moscú, que tiene como postulado principal liquidar lodo
el sistema de vida del mundo occidental, se ha venido valiendo precisamente del
mundo occidental para aumentar su fuerza.
Además de la ayuda que logró en Alemania mediante el Tratado de Rapallo, y de
la que consiguió en Estados Unidos, logró que ltalia, Dinamarca, Suecia y otros
países le vendieran aviones, barcos, vehículos, maquinaria, etc., que luego
copiaba sin necesidad de gastar tiempo y dinero en investigaciones y
experimentos, y sin pagar derechos de patente.(l)
Gracias a la infiltración física y mental, practicada en el extranjero, la URSS iba
convirtiéndose en una potencia de primer orden.
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