INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 260
MATARIAN A HITLER Y A MILES DE SUS ALLEGADOS.
Once días después de iniciada la invasión, Hitler visitó el sector de Marginal,
detrás del frente occidental, para conferenciar con Rundstedt y Rommel. Este
último lo invitó para que dos días más tarde visitara el cuartel general del grupo de
ejércitos "B", en La Roche-Guyon, donde planeaba capturarlo. Hitler aceptó la
invitación, pero horas después cayó cerca de su puesto una bomba voladora V-1,
notablemente desviada de su objetivo en el sur de Inglaterra. Esto hizo que Hitler
recelara y que suspendiera su visita al cuartel de Rommel.
El 29 de junio (a 22 días de iniciada la invasión), Rundstedt y Rommel fueron a
hablar con Hitler, quien trató de animarlos diciéndoles que se hallaban a punto de
ser terminadas diversas armas prodigiosas con las cuales se cambiaría el curso
de la guerra. La cuestión por el momento era ganar tiempo.
En esos días el coronel Stauffenberg –quien tenía lista una bomba para matar a
Hitler en la primera oportunidad- entró en contacto con varios líderes comunistas,
a fin de unificar la acción. Stauffenberg era amigo de Adolf Reichwein, director del
Museo Folklórico de Berlín, agente marxista encubierto, y de otros del mismo
sector.
Julius Leber, Frans Jacob y Anton Säfkow, procomunistas, se hallaban al tanto de
que se aproximaba un nuevo atentado contra Hitler.
El círculo de Kreísau reunía a todos los conjurados a fin de prepararse para tomar
el Poder.
Le Gestapo tenía ya bajo vigilancia a Leber, a Jacob y a Säfkow. Siguiéndoles el
hilo tuvo sospechas del general Ludwig Beck, del mariscal Witzleben y del Dr.
Goerdeler, a quienes también hizo vigilar. Estaba llegando por fin, hasta el núcleo
de la Infiltración
Él 11 de julio el coronel Sfauffenberg tenía una cita con Hitler acerca de la
preparación de reemplazos y llevaba la bomba para matarlo. El plan era liquidar a
Hitler, a Göering y a Himmler juntos. Stauffenber le telefoneó a su cómplice, el
general Olbricht, anunciándole que Himmler no estaba ahí. Olbricht le dijo -todo
esto con frases clave- que esperara otra ocasión.
Entretanto, ya había sido capturado Julius Leber, y los infiltrados temían ser
descubiertos a través de él. Stauffenberg volvió al cuartel general de Hitler el día
15 y Olbricht le dijo que pusiera la bomba, aunque no estuvieran ahí ni Göering ni
Himmler.
Mientras Sfauffenberg se disponía o colocar la bomba, Olbricht ordenó a las tropas
cercanas a Berlín que acudieran a la capital, con la intención de dar el golpe de
Estado en cuanto Hitler muriera. Pero la junta en el cuartel general se suspendió y
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