INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 241
pasaba secretos para ser retransmitidos a Moscú, pero no podía decidirse a actuar
más o menos a la luz. Temió por su vida. En eso una bomba estalló
accidentalmente y voló un muro, la guardia pidió una investigación y fue
comisionado el perito Werner Schrader, del Servicio de Contraespionaje.
Schrader podía haber encontrado una 'buena pista, pero él mismo formaba parte
del grupo de Canaris y paulatinamente le fue "echando tierra" al asunto.
En Suiza, el banquero Jakob Wallenberg veía con decepción que el mes de
septiembre había terminado sin que Hitler muriera6
Los encubiertos urdieron otro plan en connivencia con el general Eduard Wagner,
intendente General. Consiguieron que el coronel Axel von dem Bussche se
comprometiera a volarse con una bomba cuando estuviera demostrándole a Hitler
un nuevo equipo destinado al frente de Rusia. Esto se haría durante una
exhibición programada por la Intendencia. "Pera el caso de que la bomba de
relojería fallara, me decidí por un cartucho de dinamita con fulminante de granada
de manó alemana -dice Von dem Bussche-. Llevaría este cartucho en el bolsillo y
así dispondría de una especie de reaseguro: si la bomba fallaba el cartucho no
fallaría".
Pero la víspera de la exhibición el local fue dañado por un bombardeo aliado, en
Berlín, y el acto se canceló. Bussche fue enviado al frente de Rusia, donde cayó
herido.
Un nuevo plan --el quinto durante 1943- fue organizado por el general Tresckow,
jefe del Estado Mayor del Grupo de Ejércitos en el sector central de la URSS.
Persuadió a otro infiltrado, colaborador suyo, el general Rudolf von Gersdorff, de
que era urgente acabar con Hitler. Con un pretexto del servicio el genera!
Gersdorff voló a Berlín. Se aprovecharía una ceremonia en honor de los soldados
muertos.
Schlabrendorff también voló a Berlín a alentar a Gerdorff y a entregarle una
bomba. El plan era que Gersdorff se acercara a Hitler e hiciera estallar la bomba
que llevaba oculta en su capote. Morirían los dos y algunas otras personas. Pero
cuando al fin Gersdorff estuvo frente a Hitler, se entretuvo en hacer cálculos y no
tocó la bomba. Luego dio la explicación de que Hitler había estado muy poco
tiempo en la ceremonia y que él necesitaba por lo menos quince minutos para
asegurar la mutua voladura.
La infiltración iba de decepción en decepción.
Un sexto intento corrió a cargo del coronel Claus Schenk von Stauffenberg. Este
era de la rama de Estado Mayor. En el primer año de lucha e-n la URSS tuvo
contacto con el general Von Tresckow y con Fabián von Schlabrendorff, con
quienes cultivó cierta confianza, aunque no formaba aún parte del círculo secreto.
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