INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 235
Había 3.800 tanques soviéticos en las primeras líneas; cada tanque con un
comisario o un komsomol (joven adiestrado desde niño en la doctrina marxista),
que tenían la consigna de matar a todo prisionero de las divisiones alemanas SS.
En cuanto a equipo, los soviéticos habían recibido ya muy grandes cantidades de
botas, ropa, teléfonos de campaña y armas automáticas norteamericanas. Su
alimentación se había enriquecido con latas de jamón y latas de jugos de fruta
americanos. Y por primera vez la infantería podía trasladarse rápidamente de un
punto a otro gracias a los miles de camiones oruga "White" enviados por
Roosevelt.
Todo eso entraba más o menos en los cálculos de Model y de Hoth. Pero había
algo extraño, y era la eficacia con que los soviéticos tenían ubicada su artillería y
sus tanques para bloquear a las 17 divisiones alemanas blindadas, cuyo empuje
-por el equipo v la destreza personal- era particularmente tremendo.
Al terminar el primer día de le ofensiva, tanques alemanes aislados habían
penetrado en la primera gran zona defensiva soviética. Numerosas secciones de
infantería y granaderos trataban de enlazar con los tanques para prestarse
protección mutuamente. El campo era intermitentemente iluminado por bengalas
de ambos bandos y por fogonazos violáceos o anaranjados de la artillería o de los
cañones antitanque. "Los tremendos esfuerzos de la infantería alemana durante la
noche fueron recompensados con la supremacía en el primer cinturón de las
defensas rusas, al menos hasta el punto de silenciar a la mayoría de los cañones
antitanques, aunque quedaron tiradores para disparar contra los grupos de
ingenieros que intentaban limpiar los campos de minas... Hoth estaba casi a
medio camino de la zona de la defensa rusa y justamente encima de su principal
línea de cañones.” (1)
En toda ofensiva hay una ola que ataca y. que luego es relevada por otra, v así
sucesivamente. Pero en "Ciudadela" ocurrió que algunas divisiones pasaran los
primeros cinco días sin relevo, debido a los emplazamientos tan eficazmente
ubicados de la artillería y los tanques enemigos. Esas divisiones empeñaban en la
lucha algunos de sus batallones para que otros tuvieran momentos de descanso
en que sólo el agotamiento hacía posible conciliar el sueño por momentos entre el
ruido del combate y los peligros que acechaban.
Durante el sexto día de lucha, las divisiones "Das Reich" y "Portaestandarte
Adolfo Hitler" lograron hacer enlace entre sí y ampliar la brecha, en el flanco sur.
El 13 de julio (octavo día de ofensiva), los soviéticos habían perdido 2.300 de sus
3,800 tanques pesados y estaban ya empeñando sus reservas.
Sufriendo fuertes bajas por el fuego enemigo, los zapadores alemanes removían
minas y fijaban banderines o trazaban líneas en el suelo indicando por dónde
podrían pasar sus tanques. Los tanquistas se dirigían disparando directamente
sobre los emplazamientos de cañones o sobre los tanques enemigos. La infantería
se filtraba saltando de hoyo en hoyo, y una línea defensiva era rota, pero
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