INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 225
puntería, Pero esto es accidental, no buscado. En cambio, el "área bombing" iba
expresamente dirigido a destrozar a la población civil.
El Papa Pío Xll hizo una gestión para frenar los bombardeos terroristas contra
objetivos no militares, y en Inglaterra, el "Comité pro Limitación del Terror Aéreo"
también pidió que la lucha se conservara según los moldes tradicionales, pero
Churchill acalló esas voces. La Cruz Roja Internacional pidió que algunas
ciudades sin industria de guerra fueran declaradas "ciudad-hospital" para alojar a
los heridos y a los huérfanos, pero no logró nada.
Sesenta y un ciudades alemanas, de más de cien mil habitantes cada una, fueron
sometidas durante 1943 a bombardeos terroristas incendiarios, como Hamburgo.
Relativamente, la industria bélica salía bien librada, pues su producción sólo
descendió un 17%, pero luego fue compensada con creces mediante las nuevas
fábricas subterráneas.
(1) Ofensiva de Bombardeo.- Sir Arthur Harris.
La producción de armamento en 1943 fue mucho mayor que todos los años
anteriores.
En cuanto a la moral de la población civil alemana, no se desplomó. Hans Rumpf
recogió toda clase de estadísticas y refiere que “la mayoría de las personas
estaban sorprendidas de su. propia capacidad de trabajo y su eficacia, y de sus
reservas ocultas, que hasta entonces habían ignorado. La virtud del orden, que se
trasmutó en disciplina antiaérea, la conciencia del deber, fijando a las personas a
su trabajo, y el sentido tan marcado de la oposición a todo destrozo. La inclinación
natural de muchas personas a vivir peligrosamente encontraba un ancho campo,
hábilmente explotado por la propaganda. No deberíamos olvidar la bondad que
entonces manifestaban unas personas para con otras, a pesar de sus propias
dificultades. En las noches de bombardeo, la comunidad de penalidades seguía al
ideal de una humanidad con el corazón en la mano6 Napoleón decía que el valor
del alma está en relación de 3 a 1 con el del cuerpo. El espíritu tiene inmenso
poder para cambiar las cosas"... (1)
La voluntad de resistir resultó más fuerte que los muros de las ciudades. No hubo
paros de obreros, ni motines, ni fue necesario distraer tropas para mantener el
orden en las ciudades devastadas. La población diezmada e intimi