INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 220

Ahí que recibido amablemente por el general Von Tresckow, por el general Rudolf von Gersdorf, por el teniente coronel Fabián von Schiabrendorff y otros miembros de la célula secreta que tenía listo su asesinato. La posibilidad de matarlo ahí mismo fue descartada. Los culpables quedarían inmediatamente al descubierto. Se resolvió fingir un accidente aéreo. La bomba se colocaría en alguna forma en el avión de Hitler. Von Schlabrendorff era el custodio de la bomba y refiere lo siguiente: "Antes de hacer cualquier otra cosa, Tresckow y yo tuvimos que hacer suficientes pruebas con estas bombas, de tal manera que estuviésemos familiarizados con cada detalle, hasta tal punto que pudiéramos manejarlas incluso dormidos6 Durante la comida, Tresckow se acercó al coronel Heinz Brandt, miembro del séquito de Hitler, y le preguntó con indiferencia si podía llevar dos botellas de licor al general Helmuth Stieff, del Alto Mando del Cuartel General. Brandt dio su aprobación fácilmente.” Ésa noche se comunicó por clave, al Movimiento de Infiltración en Berlín, que el plan para matar a Hitler ya estaba en marcha. En cuanto se supiera que el Führer había muerto, los encubiertos deberían capturar a los allegados a Hitler y tomar el poder. Hitler permaneció cerca de Smolensk más de 24 horas, examinando la situación de los ejércitos que cubrían el sector central del frente antisoviético. El día 14 se dispuso a regresar a Berlín. Von Schlabrendorff sigue diciendo: "Después de la comida, Hitler se dirigió de vuelta al aeropuerto acompañado por los dos, Kluge y Tresckow, mientras yo recogía la botella de mi cuarto y me dirigía también al aeropuerto. Después de mi llegada allí, esperé hasta que Hitler se había despedido de los oficiales del centro y estaba a punto de subir al avión. Al mirar a Tresckow leí en sus ojos la orden pera continuar. Con la ayuda de una llave presioné hacia abajo el fusible, poniendo así en movimiento el mecanismo de disparo de la bomba, y le di el paquete al coronel Brandt, el cual subió al avión poco después de Hitler: Pocos minutos más larde los dos, el avión de Hitler y el que transportaba a los otros miembros del Partido, escoltados por cierto número de cazas, despegaron de vuelta hacia el este de Prusia6 Tresckow y yo volvimos a nuestras habitaciones, desde donde yo llamé de nuevo a Gehre, a Berlín, y le di la segunda palabra cifrada, que indicaba que la Operación Relámpago estaba realmente en marcha6 Tresckow y yo sabíamos que la cantidad de explosivo que contenía la bomba era suficiente para hacer pedazos el avión entero. Bajo una tensión creciente nosotros esperamos la noticia del 'accidente', que preveíamos sucedería poco después de que el avión hubiera dejado atrás Minsk. Supusimos que uno de los cazas de escolta informaría por radio del accidente. Pero no sucedió nada. Después de esperar más de dos horas, recibimos la perturbadora noticia de que el avión de Hitler había tomado tierra sin incidentes en el aeropuerto de Testenburgo, en el este de Prusia, y que Hitler había llegado felizmente al cuarte! General6 No podíamos imaginar lo que había fallado. Llamé a Gehre inmediatamente a Berlín y le di la contraseña para el fracaso del asesinato". (1) El Tercer Reich.- H. Huber y Artur Müller, procomunistas. 220