INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 58
Salvador Borrego
responsabilidad sobre el bienestar de sus empleados y obreros. Para evitar la
inflación (alza desenfrenada de precios) se cuidaba que el aumento de salarios
fuera proporcional al aumento de la producción.
Acerca de la agricultura se proclamó que "la ruina del campesino alemán sería
la ruina del pueblo alemán". Las fincas de hasta 125 hectáreas fueron
declaradas propiedades hereditarias que no podían ser objeto de hipoteca ni
subastas por deudas. Mediante el estímulo a los precios agrícolas se
incrementó la producción para hacer que Alemania se bastara de comestibles,
cosa que se logró en un 83%.
Respecto a la amenaza comunista, Hitler la trató como tal. El marxismo no era
una ciencia económica ni una ciencia social, como pretendía para camuflarse,
sino una conspiración internacional. Por tanto, prohibió el Partido Comunista
Alemán y toda propaganda marxista. Decía que una sociedad sana combatía a
los facinerosos sin discutir con ellos.
En el campo religioso, Hitler precisó que su doctrina era un sistema político que
nada tenía que objetar a las creencias religiosas, y concertó un Concordato con
el Vaticano. Años después el Papa Pío Xll condenó varios puntos del nazismo
en su encíclica "Con Ardiente Preocupación". Concretamente decía que los
valores de "la raza, o el pueblo, o el Estado, o la forma de Gobierno o
cualesquiera otros valores básicos de la configuración social humana" no
deberían convertirse "en la norma máxima de todos los valores" porque esto
"invierte y falsea el orden de las cosas tal como fue creado y mandado por
Dios".
Tocante a la prensa, la radio, el teatro y la literatura en general Hitler estableció
una censura públicamente anunciada. En vez de la hipócrita "libertad" que en
muchos países era realmente censura vergonzante, secreta, estableció una
censura visible, pública. Se suprimió, por ejemplo, la naciente campaña
antinatal de diarios y revistas, pues Hitler decía que una guerra mataba "un
fragmento del presente", pero que el control natal en Europa "mata más gente
que todos los que cayeron en los campos de batalla, desde los tiempos de la
Revolución Francesa hasta nuestros días".
También se prohibió la pornografía impresa, teatral o cinematográfica, las
publicaciones de homosexualidad, las distorsiones del arte, etc. En una
ceremonia pública fueron quemados folletos, revistas y libros como los de
Sigmund Freud, creador del psicoanálisis pansexualista. "La ceremonia de hoy
(dijo Goebbels el 10 de mayo de 1933) es un acto simbólico. Ella demostrará al
mundo que el fundamento de la República de noviembre de 1918 ya está
destruido para siempre. De este montón de cenizas va a surgir el Fénix de un
nuevo espíritu”.
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