INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 40

Salvador Borrego El "Manifiesto Comunista" de 1848, de Marx y Engels, decía: “A Alemania sobre todo es hacia donde se concentra la atención de los comunistas". La razón es que Alemania estaba fuertemente industrializada y el capitalismo había crecido allí considerablemente. Apoderarse de Alemania le daría al marxismo una gran influencia internacional, en armonía con el falso dogma marxista de que el capitalismo, al crecer, empobrece a las masas y determina que éstas reaccionen e impongan el comunismo. Así pretende este movimiento encubrir su esencia de conjura internacional, presentándose como acción reivindicadora nacida espontáneamente del pueblo. A mediados del siglo pasado, en junio de 1849, los comunistas hicieron un esfuerzo supremo por apoderarse de Alemania. Provocaron agitación y sangrientos motines, pero fracasaron. El país tenía una sana opinión pública, que era un valladar contra los desorientadores, y tenía un ejército tradicional que derrotó a los subvertidores. Marx y Engels (nacidos en Alemania, aunque no alemanes). Continuaron conspirando y en 1864 Marx fundó la Primera lnternacional Comunista, que tenía por objeto inmediato lograr la comunización de Alemania. Todos los escritos, conferencias, juntas, etc., de los conjurados marxistas utilizaban el idioma alemán. Todavía a principios del siglo XX llich Ulianov Blank (conocido como Nicolás Lenin), decía que prefería triunfar en Alemania que en Rusia y soñaba con formar (en una segunda etapa), un bloque de Alemania y Rusia para imponer el comunismo en todo el mundo. Como en Rusia había menos defensas morales, Lenin vio la oportunidad de montar ahí su primera base de operaciones en 1917, y lo logró. Sin embargo, ya para el año siguiente los jefes rojos estaban haciendo desesperados intentos por comunizar a Alemania, aprovechando el fin desastroso de la guerra y la consiguiente desmoralización y desorientación del pueblo alemán. Kurl Eisner (nacido en Alemania, pero no alemán) agitaba en el sur del país para que la provincia de Baviera se separara de la nación, y en 1919 proclamó en Baviera un régimen marxista de "consejos de obreros y soldados". La bandera roja ondeaba en los arsenales. La guerrilla urbana se había apoderado prácticamente de Munich en un golpe de sorpresa. En Kiel y en Berlín fueron movidas otras chusmas comunizantes. En Berlín la guerrilla urbana era encabezada por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg (nacidos en Alemania, pero no alemanes de sangre ni de espíritu), y pedían la abolición del ejército, la formación de una gendarmería mandada por oficiales elegidos por los gendarmes, y la desaparición del Estado Mayor General. Los revolucionarios se lanzaron sobre la Cancillería, pero la guarnición los dispersó a tiros. Los oficiales de una división de caballería capturaron y ejecutaron a 40