INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 313
INFILTRACIÓN MUNDIAL
indiferencia, lo hacía justamente para prevenirse contra el peligro de que su fina
sensibilidad lo arrastrase por caminos inconvenientes. Por eso y no por otra
razón era por lo que ya no se avenía a visitar los frentes ni las ciudades
bombardeadas. No porque careciese de valor personal, sino por la aprensión
de su emotividad… Frecuentemente teníamos ocasión de observar en los
medios privados, cada vez que salía a relucir el tema del rendimiento y
penalidades de nuestras fuerzas, cómo sabía apreciarlos y cómo se condolía
de las fatigas que no podía ahorrarle a los combatientes, sin distinción de grado
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por cierto".
Hitler trataba de infundir ánimo y ciertamente no lo hubiera conseguido
externando sus temores o sus depresiones. Guderian dice que le parecía un
solitario que no podía confiar todos sus sentimientos a nadie, y que a veces en
el desayuno lo veía con su perra alsaciana "Blondi", “a la que le daba de vez en
cuando trozos de pan seco.”
Las bajas en los frentes llegaban a cinco millones de soldados.
En las ciudades el total de civiles muertos ascendía a más de quinientos mil y el
número de heridos a setecientos mil.
Hans Rumpf dice que los civiles fueron haciéndose más resistentes al dolor y
que "ya no tuvieron miedo de nada… Así como el exceso de dolor físico hace
perder el sentido, así acaba por perderse la conciencia de las penas, la miseria
y el miedo cuando estos son demasiados. Sólo puede sentirse una cantidad
determinada de dolor moral… A determinada profundidad la desgracia ya no
despierta compasión, ni siquiera de sí mismo. Esta tendencia innata a no sentir
una desgracia extrema, ya sea propia o extraña, es un procedimiento de
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defensa que la naturaleza piadosa he dado al hombre".
Goebbels hacía nuevos llamados a "la voluntad casi sagrada de resistir.”
Veinticinco millones de alemanes habían sufrido directamente el efecto de los
bombardeos.
A cambio de la pérdida de 18.000 aviones americanos y 22.000 aviones
ingleses se arrojaron dos millones setecientas mil toneladas de bombas sobre
las ciudades alemanas.
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Victorias Frustradas.- Mariscal Von Manstein. Este dice q ue su informante "no ha sido,
lo reconozco, de los secuaces y admiradores de Hitler".
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Lluvia de Fuego Sobre Alemania.- Hans Rumpf.
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