INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 290
Salvador Borrego
El infiltrado Fabián von Schlabrendorff dice que un segundo anuncio "que ya
mostraría más o menos nuestros verdaderos colores (pues iría firmado) había
sido preparado casi un año antes, en el verano de 1943. Decía: 'El Führer,
Adolfo Hitler, ha muerto. Una pandilla de dirigentes sin escrúpulos del Partido, a
quienes no les importaba la lucha en el frente, ha tratado de explotar lo
situación y de apuñalar por la espalda al Ejército combatiente. En esta hora de
supremo peligro, el Gobierno del Reich, en un esfuerzo para mantener la ley y
el orden, ha proclamado el estado de emergencia. Al mismo tiempo, me ha sido
confiado el Alto Mando de las Fuerzas Armadas…El comandante en jefe
Mariscal Von Witzleben".
Otro documento, firmado por Stauffenberg y falsamente por el general Fromm,
ordenaba "la captura de todos los jefes de provincia, ministros, gobernadores,
presidentes de la policía, altas jerarquías de la SS, de la Gestapo, de los
organismos de propaganda y de los jefes de distrito". Eran los que estaban
condenados a ser ejecutados en 24 horas. El mismo documento ordenaba la
captura inmediata de los campos de concentración. De ahí se obtendrían
muchos colaboradores para el nuevo régimen.
Un mensaje más, firmado por el general Hoeppner como nuevo Jefe del Eiérciio
del Interior, ordenaba "formar consejos de guerra hasta con unidades de
batallón" y que "se dictara inmediatamente la sentencia. Las sentencias son
inapelables y se ejecutarán sin dilación". Así se liquidaría a todos los oficiales
de reconocida lealtad.
Estaba igualmente preparado un llamado "Plan Bendler" para cercar los
cuarteles de la SS con armas pesadas. "En caso de negativa (de rendición) se
fusilará al jefe de la SS, se desarmaré la guardia y se conseguirá por la fuerza
el desarme del resto de toda la tropa… Al menor signo de resistencia se hará
uso de las armas sin la más mínima contemplación".
En resumen, la vasta matanza iba a destruir todas las fibras de resistencia del
Estado alemán. El país entero, en manos de la Infiltración, quedaría
automáticamente en poder de !a URSS. Toda Europa caería con Alemania...
Erika von Tresckow, esposa del conspirador, y Margaret von Oven, ex
secretaria de los generales Hammerstein y Fritsch, mecanografiaban las
órdenes para que diera principio la matanza de los allegados a Hitler.
Los conjurados, en posesión de las oficinas de la comandancia del Ejército del
Interior, en la calle Bendlerstrasse, tenía como cómplice al conde Wolf Heinrich
von Helldorf, jefe de la Policía de Berlín, apoyado por el jefe de la Policía
Criminal, comandante Nebe, quien llevaba muchos años infiltrado en la
Gestapo bajo el uniforme de las SS.
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