INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 282

Salvador Borrego "Mientras sucedía todo esto y la mayoría de los jefes de unidad de las débiles defensas de Normandía abandonaban sus puestos de mando, 5.000 navíos de desembarco y 702 buques de guerra aliados se acercaban procedentes de las costas de la Mancha entre Sainte-Mere-Eglise y la desembocadura del Orne; al mismo tiempo, los 13.000 hombres de las divisiones 82ª y 101ª de paracaidistas de los EEUU abandonaban su base en el sur de Inglaterra, y la 6ª división aerotransportada inglesa se disponía a descender en oleadas sucesivas detrás de las líneas alemanas. La mayor empresa de desembarco de todas las guerras, la 'Overlord', se había puesto en marcha; se anunciaba la invasión. "Dieciocho mil hombres cayeron del cielo. Los primeros bombardeos sacaron de su sueño a los soldados alemanes, los cuales iban a enfrentarse con los paracaidistas enemigos surgidos de todas partes. "Sin esperar las órdenes, el soldado alemán luchaba, abandonado a sí mismo, en la oscuridad de una noche enloquecedora, junto a los puentes del Orne, en la región de Carentan y al sur y al oeste de Merderet… "Dos mil setecientos bombarderos aliados, de ellos más de dos mil cuatrimotores, atacaron las posiciones alemanas, así como los puestos de mando y los centros de aprovisionamiento cercanos a la costa; los objetivos les eran conocidos en sus menores detalles. A lo largo de toda la zona de desembarco, sobre 70 kilómetros, la costa desaparecía bajo las llamas y el humo" "En el intervalo, la flota de invasión llevaba acabo sus últimos preparativos para atacar la costa; un millón de soldados británicos y canadienses y un millón setecientos mil norteamericanos estaban dispuestos para el asalto. . " "Sin interrupción, la BBC de Londres dirigía sus llamadas a las poblaciones costeras: "¡Abandonad vuestros hogares! ¡Evacuad los pueblos! ¡Marchaos al campo! ¡No perdáis tiempo, cada minuto que pasa es vital! ¡Poneos a salvo!" "Era un consejo diabólico, ya que el general Eisenhower, que había ordenado ya el bombardeo en masa de los barrios habitados de las ciudades francesas, iba a ampliar su radio de acción. Las órdenes complementarias a la aviación prescribían nada menos que ataques sin contemplaciones a las columnas de refugiados franceses, a las granjas y a las personas aisladas. El general Koenig, comandante, de las fuerzas francesas de Liberación, había aceptado por otra parte aquellas órdenes de Eisenhower. (Se quería provocar pánico y embotellamiento de las carreteras y caminos tras el frente alemán). "Los paisanos franceses fueron abatidos y destrozados a millares por los bombarderos aliados. Todos los que habían huido de las ciudades, siguiendo 282