INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 277
INFILTRACIÓN MUNDIAL
Era el viejo sueño de Lenin, de un gigantesco imperio desde el Rhin hasta
Vladivostok, que simplificaría la tarea de la Revolución Mundial.
A principios de 1944 fallaron cuatro planes para que Hitler fuese asesinado,
primero por el joven von Kleist, y a continuación por el coronel Boeselager, por
el general Tresckow y por el coronel Von Breitenbuch, que logró llegar hasta la
presencie de Hitler, pero que no se animó a disparar.
Nuevos planes estaban siendo preparados.
SUIZA SALVA A LOS AGENTES DEL KREMLIN.
Desde el siglo XVI, cuando Juan Calvino instauró en Ginebra una sangrienta
dictadura anticatólica, ayudado por los “teólogos” Farel y Rousel, aquella ciudad
fue consagrada por les fuerzas que a sí mismas se denominan de "izquierda".
Entre otras razones secundarias, por eso Lenin se refugió en Ginebra. Y por
eso ahí se estableció la Liga de las Naciones y ahí se han efectuado otras
muchas reuniones internacionales de fines secretos.
Durante la segunda guerra mundial, Suiza aparentó ser neutral, pero en
realidad estaba colaborando con las URSS. Cuando la Gestapo localizó en
1943 a varios miembros de la red que recibía secretos desde Alemania y los
retransmitía al Kremlin, la policía suiza entró al "quite" y encarceló a los agentes
rojos Edmond Hammel, a su esposa Olga, a Margarita Bolli y a Alexander
Foote. Este último conocía las claves secretas y operaba la radio. De esa
manera la policía suiza impidió que la Gestapo llegara hasta la cabeza de la
red, que siguió trabajando en Ginebra, con conocimiento del servicio secreto
suizo.
Sin embargo, cinco meses después los agentes de le Gestapo localizaron a dos
amigos de Foote, o sea a los israelitas Christian Schneider y Rachel
Duebendorfer. Siguiéndoles los pasos vieron que frecuentaban a un librero de
Lucerna. Averiguaron que éste procedía de Berlín y que era enemigo del III
Reich. Ese "librero" era nada menos que Rudolf Roessler, el contacto directo
del Movimiento de Infiltración que operaba en Alemania. Ese "librero" recibía los
informes militares alemanes y hacía que fueran retransmitidos a la URSS.
Por fin la Gestapo había llegado hasta el punto más alto del grupo de agentes
que desde Ginebra mantenía a Moscú al corriente de los secretos alemanes.
Por fin, después de dos años y nueve meses de haber descubierto que existía
una fuga de secretos, la Gestapo lograba localizar a todos los que recibían esos
secretos en Ginebra y en Lucerna. lncluso a Roessler, que era el jefe. La
captura de cualquiera de ellos podía dar la pista segura para descubrir a
quienes enviaban los secretos desde Alemania.
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