INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 257

INFILTRACIÓN MUNDIAL de llegar o sus objetivos: los aeródromos de Karkov. El fuego antiaéreo violentísimo que recibieron a continuación aclaró aún más sus filas y les obligó a dispersarse. Los Messerschmith atacaban a los aviones rusos sin preocuparse del fuego antiaéreo. De este modo, gracias a la acometividad y arrojo de aquellos pilotos alemanes, el ataque ruso fracasó… Las bombas cayeron de cualquier manera al faltar la puntería y la concentración necesarias para que su efecto se hiciera notar. Las unidades de bombardeo alemanas, que momentos antes parecían sentenciadas al aniquilamiento, habían salido prácticamente indemnes y despegaron rumbo a sus objetivos en el momento previsto". Entretanto, en tierra, 36 divisiones alemanas con 1.081 tanques y 900 carros ligeros se lanzaban al asalto en dos poderosas tenazas. La batalla de tanques más grande de la historia estalló en un sector de 160 kilómetros. Los cañones de ambos bandos y decenas de miles de ametralladoras levantaban muros de fuego a los dos lados del frente. Las divisiones veteranas alemanas que con nuevo equipo y nuevos reemplazos participaban en esa ofensiva; lo mismo que las nuevas divisiones endurecidas por Guderian en los campos de entrenamiento, sabían de la fiereza del adversario y de la inflexibilidad de los comisarios rojos. Pero a medida que la batalla iba desarrollándose les sorprendía la terrible eficacia del laberinto de defensas enemigas. Habla un "algo" imprecisó que daba perfiles extraños a la batalla. Operaban en el área 20.000 piezas de artillería soviética, incluso 6.000 cañones antitanques de 76 milímetros de diámetro. Abundaban las minas (2.200 contra los tanques y 2.500 que eran sensibles a la pisada de un infante). La zona minada era cuatro veces más fuerte que la de Stalingrado. Las trincheras se sucedían una tras otra, en ocho cinturones comunicados entre sí. A lo largo de todos los sitios escogidos para la irrupción de los tanques alemanes había multitud de puestos rusos antitanque, cada uno con 5 cañones que disparaban simultáneamente. Y esos puestos se hallaban guarnecidos por enjambres de zapadores dotados de ametralladoras y fusiles automáticos, en parte de procedencia norteamericana. Pero eso no era todo. Había algo extraño en la forma soviética de afrontar la ofensiva. Las rutas escogidas por las divisiones blindadas alemanas parecían llevar, como embudos, hacia poderosos puestos antitanques soviéticos, "casualmente" muy bien ubicados. Un superviviente dice: "Cuando nosotros avanzábamos la artillería machacaba el terreno a nuestro alrededor. Todo el frente era un puro cañonazo. Parecía que estábamos entrando en un aro en llamas. Cuatro veces nuestro valiente Rocinante se estremeció con tiros directos, y nosotros dimos gracias al destino por la resistencia de los buenos aceros de nuestra casa Krupp". 257