INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 242

Salvador Borrego Ésa noche se comunicó por clave, al Movimiento de Infiltración en Berlín, que el plan para matar a Hitler ya estaba en marcha. En cuanto se supiera que el Führer había muerto, los encubiertos deberían capturar a los allegados a Hitler y tomar el poder. Hitler permaneció cerca de Smolensk más de 24 horas, examinando la situación de los ejércitos que cubrían el sector central del frente antisoviético. El día 14 se dispuso a regresar a Berlín. Von Schlabrendorff sigue diciendo: "Después de la comida, Hitler se dirigió de vuelta al aeropuerto acompañado por los dos, Kluge y Tresckow, mientras yo recogía la botella de mi cuarto y me dirigía también al aeropuerto. Después de mi llegada allí, esperé hasta que Hitler se había despedido de los oficiales del centro y estaba a punto de subir al avión. Al mirar a Tresckow leí en sus ojos la orden pera continuar. Con la ayuda de una llave presioné hacia abajo el fusible, poniendo así en movimiento el mecanismo de disparo de la bomba, y le di el paquete al coronel Brandt, el cual subió al avión poco después de Hitler: Pocos minutos más larde los dos, el avión de Hitler y el que transportaba a los otros miembros del Partido, escoltados por cierto número de cazas, despegaron de vuelta hacia el este de Prusia… Tresckow y yo volvimos a nuestras habitaciones, desde donde yo llamé de nuevo a Gehre, a Berlín, y le di la segunda palabra cifrada, que indicaba que la Operación Relámpago estaba realmente en marcha… Tresckow y yo sabíamos que la cantidad de explosivo que contenía la bomba era suficiente para hacer pedazos el avión entero. Bajo una tensión creciente nosotros esperamos la noticia del 'accidente', que preveíamos sucedería poco después de que el avión hubiera dejado atrás Minsk. Supusimos que uno de los cazas de escolta informaría por radio del accidente. Pero no sucedió nada. Después de esperar más de dos horas, recibimos la perturbadora noticia de que el avión de Hitler había tomado tierra sin incidentes en el aeropuerto de Testenburgo, en el este de Prusia, y que Hitler había llegado felizmente al cuarte! General… No podíamos imaginar lo que había fallado. Llamé a Gehre inmediatamente a Berlín y le di la contraseña para el fracaso del asesinato". Después de momentos de intensa preocupación, ante la posibilidad de que la bomba hubiera sido descubierta, el general Von Tresckow le telefoneó al coronel Brandt e incidentalmente !e preguntó que si las "botellas" de Cointreau habían sido entregadas al general Stieff. Brandt le dijo que aún no, y entonces Tresckow le pidió que las guardara, que Von Schlabtendorff iba para allá y que se encargaría de hacerlo personalmente, porgue había habido un equívoco. Schlabrendorff relata: "Con un pretexto militar yo me dirigí al cuartel general al día siguiente en uno de los aviones correo diarios e inmediatamente fui a ver a Brandt. Mientras yo cambiaba los paquetes con él -el que yo había traído sí contenía realmente dos botellas de licor- sentía un sudor frío, ya que el ayudante de Hitler, serenamente e ignorando lo que estaba cogiendo, me dio la 242