INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 238
Salvador Borrego
Sin embargo, aquello no pasó a mayores. La lglesia se mantenía la Iglesia se
mantenía fuera de la política de partido. Sólo intervenía cuando la política hería
principios trascendentes de la moral. Por ejemplo en 1941 hubo una carta
pastoral de los obispos católicos protestando con muy justa razón porque en
algunos hospitales de campaña se había dedo muerte “misericordiosa” á
mutilados de guerra que no tenían posibilidades de ninguna rehabilitación. Las
muertes eutanásicas se suspendieron a continuación.
LA INFILTRACIÓN TAMBIÉN TENÍA PRISA.
Si la Gestapo tenía prisa en sus investigaciones, el Movimiento de Infiltración
también la tenía en destrozar desde adentro las entrañas del Tercer Reich.
Sabía que la producción de tanques, aviones, cañones, ametralladoras y
explosivos estaba aumentando considerablemente en 1943. Sabía que nuevas
divisiones se hallaban en periodo de adiestramiento. Conocía algunos datos
del perfeccionamiento de nuevas armas, como el avión dé chorro, el submarino
eléctrico, los proyectiles teledirigidos, etc.
Los enemigos encubiertos acababan de ver que el esfuerzo soviético más
grande (Stalingrado) no había rendido todo lo que se esperaba de él. A partir de
1943 el Ejército Rojo tenía que echar mano de reservas de primera y de
segunda clase. Stalin se veía forzado a exhumar los lemas nacionalistas
condenados por el marxismo y a prometer ciertas libertades religiosas y la
supresión de los koljoses (ejidos colectivos), para suavizar el creciente
descontento de las masas. La La Administración Política del Ejército Rojo
(PURKKA), utilizaba setecientos mil peritos de origen no ruso como "politruks"
(comisarios) en todas las unidades combatientes y en !u NKVD. El escritor judío
Salomón Resnick dice que sus hermanos de la URSS: “no defendían una patria
abstracta, sino su propia tierra, su bienestar propio, su bienestar tan largamente
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anhelado, su dignidad conquistada a fuerza de sacrificios.”
Esos comisarios estaban sufriendo grandes bajas y su impopularidad
aumentaba entre las tropas forzadas a combatir en las situaciones más
desesperadas.
La Infiltración en Alemania conocía tal situación y sabía que la URSS, por sí
misma, no podía salvarse y que urgía prestarle más ayuda.
A principios de 1943 varios encubiertos tuvieron la audaz idea de acercarse a
Himmler (Jefe de la Gestapo) e inducirle la idea de que él podría hacer las
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“5 Ensayos Sobre Temas Judíos”. – Salomón Resnick.
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