INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 224

Salvador Borrego Hitler rindió tributo a las tropas del 6º Ejército y declaró cinco días de luto nacional, pero lamentó que Von Paulus, en lo personal, no hubiera emulado a Leonidas. “Lo que va ha seguir es fácil de imaginar – dijo -. Paulus va a ser llevado a Moscú y una vez cogido en la trampa, hará todas las confesiones que 49 los soviéticos quieran, firmará lo que sea, hará proclamas, ya lo verán. “Ya esta en la pendiente resbaladiza de la quiebra moral. Se deslizará hasta el final… Verán lo que les digo. Antes de una semana, Seydlitz, Schmidt y el propio Paulus hablarán por Radio Moscú… Los encarcelarán en Lubianka, donde serán acosados por las ratas. ¿Cómo han podido mostrarse tan cobardes?... El individuo esta condenado a morir, pero más allá del individuo esta Nación soberana. ¿Porqué temer a la muerte si gracias a Ella podemos liberarnos de nuestra miseria cuando nuestro deber no nos encadena ya a este valle de lágrimas? “Cuando Paulus podía liberarse de las tristezas de este mundo y entrar en la inmortalidad, él ha preferido ir a Moscú”… BIENVENIDA, PENA, SI VIENES SOLA. A fines de junio (1942) Rommel llegaba hasta El Alamein, después de destrozar al 8º ejército inglés, al que hizo 60.000 prisioneros y le destruyó dos mil tanques y vehículos. El Afrikakorps se hallaba a 85 kilómetros de Alejandría y a 200 de El Cairo. Los árabes nacionalistas preparaban un levantamiento contra los británicos, cuyo dominio en todo el Cercano Oriente se bamboleaba. Blanca Bergami, hija de un alto jefe de las milicias fascistas, había conseguido apoderarse en la antigua embajada de Estados Unidos en Roma de una fotocopia de la clave radiotelegráfica americana, que el agregado militar americano en El Cairo utilizaba para enviar sus informes a Washington. Esa clave le fue pasada a Rommel. De esta manera la Compañía de Escucha NFAKp 621, del Afrikakorps, se enteraba de algunos valiosos secretos del 8º ejército británico. El Alto Mando italiano también se enteraba de esos secretos. Y ahí estuvo la falla, pues algún prominente funcionario italiano se los hizo saber a los aliados. Los alemanes captaron un mensaje cifrado americano que decía: "Alta personalidad italiana tiene informadores de absoluta confianza que le han asegurado que los comunicados secretos de nuestro agregado militar en El Cairo son leídos en Berlín y en Roma". 49 Así ocurrió 4 meses después. 224