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INFILTRACIÓN MUNDIAL
“¡Gracias Virgen santa Madre de Dios!”
“Las pistolas automáticas de una unidad de recuperación pusieron fin a la
situación. Y los alemanes no llegaban. ¿Por qué no? ¿Dónde estaban, después
de haber cruzado en muchos puntos ante Moscú, la autopista y la carretera,
solamente a una hora de coche de la ciudad?”
El 19 batallón de la 19ª división alemana de tanques construía en la noche un
puente de pontones sobre el río Nara, bajo el fuego de morteros soviéticos. Por
ahí se abría una brecha en el último cinturón defensivo de Moscú.
La 197ª división de infantería había avanzado mil quinientos kilómetros a pie,
desde que se inicié la ofensiva, y luchaba en un mar de lodo a 60 Kilómetros de
Moscú. Trató de ganar un camino, pero había ahí tres mil vehículos atascados.
Muchos tanques se usaban en desatascar cañones. Se cortaban miles de
árboles y se partían en trozos a manera de durmientes para hacer una especie
de camino para los vehículos pesados.
La 10ª división de infantería estaba también atascada en el barro y no había
recibido combustible. Las granadas se habían racionado. Las tropas se
agotaban en el mar de lodo.
Eran finales de octubre. El Mariscal Von Bock, jefe del Grupo de Ejércitos,
ordenó hacer un alto por el barrizal. Cuando la temperatura bajara más y el
barro se endureciera, entonces sería posible volver a avanzar.
El historiador inglés capitán Liddell Hart dice que l os caminos rurales cubiertos
de arena se transformaron en marismas con las lluvias torrenciales de otoño.
"Eso fue más efectivo que el Ejército Rojo…En el caso de que la URSS hubiese
contado con una red de carreteras como los países occidentales, Rusia hubiese
sido avasallada tan rápidamente como lo fue Francia”.
A finales de octubre había tres brechas en la última defensa de Moscú. En esos
días fue un mar de barro lo que la salvó”.
En noviembre hubo un gran cambio.
El día 3 la temperatura bajo a 12 grados centígrados bajo cero y el lodo se
endureció.
Un mes antes todas las unidades habían pedido calcetines de lana, botas y
equipo de invierno, pero aún no llegaba. Los garfios para remover el hielo y las
cuñas para las orugas de los tanques tampoco llegaban.
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