INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 144
Salvador Borrego
inseguro y problemático; sin embargo, en comparación con el régimen
bolchevique, era altamente más atractivo".
Lo mismo que Kern, el mariscal Von Rundstedt y otros muchos generales se
quedaron sorprendidos al ver que los civiles los recibían sin odio,
frecuentemente hasta con manifestaciones de afecto. Esa buena coyuntura
para destrozar al régimen soviético no se aprovechó en todo lo que valía.
“¿DÓNDE ESTAN LOS ALEMANES?”
Al terminar el aniquilamiento de los cinco ejércitos soviéticos en la zona de
Kiev, las tropas de Guderian regresaron a la región de Bryansk, después de
recorrer mil kilómetros en la operación de ida y vuelta. En Bryansk se hallaban
fortificados los ejércitos de Jeremenko.
Todo hacía suponer que esos ejércitos eran las últimas reservas de la URSS.
Trescientas divisiones soviéticas habían dejado de existir hasta entonces. Los
alemanes habían capturado 2.400.000 prisioneros y destruido 17.5ü0 tanques,
21.600 cañones y 14.200 aviones. Por eso Hitler anunció el 2 de octubre que el
fin de la campaña estaba ya a la vista. Y agregó: "¡El mundo jamás vio nada
semejante!... Este enemigo se había pertrechado militarmente para un
ataque en medida tan inmensa, que aun nuestras peores aprensiones se
vieron sobrepasadas. . . Dios se apiadó de nuestro pueblo y de todo el
mundo europeo, pues si este enemigo hubiese lanzado sus decenas de
miles de tanques contra nosotros, habría sido la perdición de toda
Europa. Ahora, mis camaradas, habéis visto personalmente, con vuestros
propios ojos, ese paraíso de obreros y campesinos. En ese país que en
razón de su extensión y feracidad podría alimentar al mundo entero,
impera una pobreza inconcebible para nosotros los alemanes. Este es el
resultado de 25 años de dominación judaica".
En las dos semanas siguientes el Grupo de Ejércitos de Von Bock cercó y
destruyó a los cinco ejércitos soviéticos de las regiones de Bryansk y Viasma.
Hizo 648.198 prisioneros y capturó 1.197 tanques y 5.229 cañones. Fue hasta
entonces la batalla más grande de material blindado y artillería.
El gran total de pérdidas soviéticas a fines de octubre ascendía a 3.048.000
prisioneros, 18.697 tanques y 26.829 cañones.
El Estado Mayor General alemán calculó que aquello era el fin. Pero Moscú
contaba todavía con algunas reservas que en esos días estaban siendo
equipadas, y además, pudo retirar las divisiones que tenía en Siberia. Pudo
hacerlo así porque un infiltrado en la embajada alemana de Tokio, Richard
Sorge, le comunicó que los japoneses no se proponían cumplir la alianza
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