INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 108
Salvador Borrego
origen no americano, no francés, no inglés, que rebasó los límites de lo que se
había considerado lícito en la propaganda y recurrió a la calumnia y a la total
deformación de los hechos.
El caso de Rotterdam fue típico. Se afirmó que esa ciudad holandesa había
sufrido un ataque terrorista de la aviación alemana y que habían perecido
treinta mil civiles.
Tuvieron que pasar seis años, ya terminada la guerra, para que el gobierno
holandés precisara durante los procesos de Nuremberg que los muertos habían
sido, en realidad, 814. Y no se había tratado de un bombardeo de terror, pues
los acontecimientos se desarrollaron, en síntesis, del siguiente modo:
Estratégicamente hablando Holanda tenía que ser ocupada para cubrir todo el
flanco norte de la ofensiva alemana sobre Francia. Para eso era urgente
capturar el aeródromo de Rotterdam y los puentes del centro de la ciudad.
Sobre el aeródromo se arrojó el tercer batallón del regimiento de paracaidistas
número uno. En el aeródromo había varios incendios. Veinte paracaidistas
fueron lanzados erróneamente y sus paracaídas comenzaron a arder en el aire
y cayeron luego sobre la hornaza. Los demás aterrizaron en las cercanías,
aseguraron una pista, hicieron posible la llegada del 16vo. regimiento
aerotransportado del teniente Schwiebert, y después de 15 minutos de lucha
lograron dominar el aeródromo.
Entretanto, los holandeses se fortificaron en la gran ciudad de Rotterdam y la
convirtieron en una línea de combate. En esas circunstancias, y de acuerdo con
los convenios internacionales, una plaza deja de ser intocable y se vuelve
campo de batalla. Doce hidroaviones alemanes llevaron 120 soldados hasta los
puentes del centro de la ciudad y lograron apoderarse de un extremo de dos de
los puentes, pero en seguida se abrió fuego sobre ellos. Llegaron 40 soldados
más de refuerzo. La lucha se prolongó durante cinco días y cuatro noches.
Debido a eso la aviación alemana de transporte estaba padeciendo grandes
bajas y llevaba perdidos 296 trimotores Ju-52 (de un total de 430). Además, el
general Von Klüchler, comandante del 18 Ejército alemán, temía un
desembarque inglés en Rotterdam y pidió que se conminara a los holandeses a
cesar la lucha en la ciudad, o bien, la aviación alemana tendría que intervenir
en apoyo de sus soldados sitiados en los puentes.
El coronel holandés Scharroo recibió a los emisarios alemanes al mediodía del
14 de mayo y estuvo dándoles "largas” durante 24horas. Al día siguiente la
Luftwaffe recibió órdenes de bombardear a las tropas holandesas que cercaban
a los alemanes posesionados de los puentes.
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