INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 106
Salvador Borrego
Sobre este punto la propaganda se ha hecho bolas dando falsas versiones (que
Hitler quería cuidar los tanques o que quería que la aviación sola impidiera la
escapada por Dunkerque), pero los investigadores más serios 'han aclarado
hasta la saciedad que Hitler dijo que "no quería hacer arrodillarse a Inglaterra
por la fuerza", que deseaba darle una oportunidad para hacer la paz,
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"compatible con su honor".
Hitler quiso demostrarle a Inglaterra que realmente no tenía odio contra ella y
dijo en el Estado Mayor que nada les exigiría a los ingleses para hacer la paz,
más que le dejarán las manos libres para marchar contra la URSS.
Y así ocurrió la retirada de 338.226 ingleses y franceses, de lo cual Churchill se
vanaglorió y anunció que continuaría la guerra. Roosevelt lo alentaba en esa
actitud para salvar a la URSS.
En el gran cerco los alemanes hicieron 330.000 prisioneros y capturaron todo el
equipo bélico de más de novecientos mil soldados, pues los que huyeron por
Dunkerque no pudieron llevarse nada.
La ofensiva alemana que había liquidado a seis ejércitos aliados se basó en
muchos momentos críticos en la fe que unos cuantos tuvieron en la victoria, fe
que contagiaba o otros y los empujaba hacia adelante, abriendo así brechas
para que otros más pasaran por ellas.
Un ejemplo de las acciones de ese género, en que contaba más la fe y el arrojo
que las circunstancias tácticas y el armamento, fue la captura del fuerte Eben
Emael, el mayor de Europa occidental. Tenía 1,200 defensores, con una red de
galerías subterráneas de 4,500 metros, rodeadas por un foso con muros de 7
metros de altura v obstáculos antitanque. Para capturar esta fortaleza el mando
alemán entrenó en el mayor secreto a 85 paracaidistas, bojo pena de muerte
para quien revelara cualquier dato. Sus probabilidades de victoria se basaban
en la sorpresa. Ni el ejército fue informado de este plan.
En la madrugada 10 de mayo los 85 paracaidistas (Grupo Grant) fueron
lanzados en planeadores hacia los fuertes de Eben Emael. En el camino dos
aviones remolcadores estuvieron a punto de chocar y se desprendió un
planeador, precisamente el que llevaba al teniente Witzig, comandante del
grupo. Los demás siguieron adelante. La operación empezaba a pintar mal y
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Auge y Caida del III Reich.- William L. Shirer, antinazi
Los Generales Alemanes Hablan.-Liddell Hart, historiador inglés.
La Luftwaffe.- Cajus Bekker.
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