INEDITA Num. 1 / Dic. 2017 | Page 12

El último tercio del XIX mexicano fue gobernado por D. Porfirio Díaz (1830 -1915) que aunque poco amigo de la democracia, hizo bien su papel en un México empobrecido, dividido políticamente, débil ante el extranjero, endeudado y cansado de ensayos políticos. Pero aun así lo hizo bien para el s. XIX, el s. XX ya no era su centuria y no podía reaccionar y mucho menos gobernar un mundo que ya no era el suyo y que además se transformaba vertiginosamente. Muestra de ello son mujeres que exigían un lugar en el espacio público, un reconocimiento a su labor, a sus dones, a su presencia. Y entonces en pleno Porfiriato surgen casos que muestran que las revoluciones primero son ideológicas y después movimientos bélicos. Una Matilde Montoya (1852 – 1939), fue capaz de mentir sobre su edad con tal de ir subiendo de grado académico y persistió hasta ser reconocida como la primer médico – partera del país, no sin que la excluyeran por ser distinta y defender un sueño.

Juana Gutiérrez (1875 – 1942) fundo “Vésper” un periódico de ideales aún más radicales que el de los mismos Hno. Flores Magón, el precio: cárcel. María Arias Bernal (1885 – 1923) la famosa “María pistolas” quien llevaba ese apodo como una burla, una manera de señalarla, porque fue de las pocas en tener el valor de hacer visible su filiación política maderista y de las menos que hicieron guardia al cadáver de Madero y quien a pesar de ser amenazada no se retiró de su guardia a lo que Álvaro Obregón respondió regalándole su pistola como muestra de que reconocía su valentía y arrojo. Hermila Galindo (1886 – 1954) una de las pocas mujeres que hicieron trabajo ideológico durante la guerra, formaba parte del círculo de confianza de Carranza, feminista declarada que abogó porque hombres y mujeres tuvieran las misma oportunidades frente al reto de la educación y quien además defendía, a pesar de los crueles detractores, que la mujer debía de tener una instrucción sexual brindada en las escuelas, así que sí, quizá muchos nombres no quedaron en los libros de texto, pero deben quedar en ti, si tú no las olvidas, ya es ganancia….