Por lo general, la voz de una mamá es reconocida por el bebé desde la semana 20 del embarazo. Es el primer gran estímulo que él recibe desde el exterior. Pero el bebé no solo escucha el sonido de la voz de su madre como también identifica y reconoce la lengua con la que ella habla a él y a los demás.
Algunas investigaciones han revelado que la lengua o idioma experimentado en el útero materno consigue ser reconocida por el bebé tras su nacimiento. Incluso si el bebé tiene padres que hablan distintos idiomas, él es capaz de diferenciarlos.