Desde que nacemos hasta que morimos, siempre habrá una lengua con la cual hablaremos y nos identificaremos. Será nuestra lengua materna, la que aprendemos de muy pequeños, la que hablan nuestras madres, nuestros padres… Las lenguas son nuestra herencia, nuestra identidad, por eso es tan importante la lengua materna, ya que es la primera que reconocemos cuando somos bebés, incluso cuando nos encontrábamos en el vientre materno.