III Edición Senderos Didácticos: Amagro - Sardina del Norte (Gáldar) AMAGRO 2 | Page 3

camino, es el disfrute de un espacio, tan cerca y conocido de lejos, el cual hay que patearlo, y escuchar atentamente todo lo que está dispuesto a decir, sólo hay que prestar atención y como por arte de magia, se disfrutará de un entorno natural que se resiste a perder su propia identidad y pide a gritos la verdadera protección que debe tener por propio derecho, por Ley. Sin duda realizaremos un pateo sencillo,de tan solo 8,68 Km, sin complicación alguna. Saliendo desde el Lomo de La Tosca, donde en su día el lagartario de Reptilandia era un atractivo turístico, subiremos hasta la Cruz de Amagro, para dirigirnos hacia el vértice geográfico de su ladera oeste y bajar por la pista al barrio marinero de Sardina donde nunca está de más un saludable baño en las aguas calmas de su bahía. Justo en la explanada de aparcamientos del lagartario, remontaremos un pequeño talud en dirección Este que nos conduce a una edificación de bloques abandonada, es aquí en la cota de los 250 metros donde comienza por ley este espacio natural. Desde la edificación, que es tan sólo un cuarto derruido giraremos a la izquierda para encontrar la vereda que nos marcará la ruta hasta llegar al merendero. Al principio hay que fijarse bien, tomando como referencia un espolón rocoso donde debemos llegar, ya que la vereda esta un poco difusa, pero tras caminar aproximadamente unos 10 minutos, nos encontraremos con una vereda, clara y fácil de caminar, restaurada hace poco tiempo, que cruzará toda la cara sur de la montaña en dirección Este. Es sin duda la parte más prístina del camino. Admiraremos, al principio zigzagueando y luego en suave pendiente los Cardones, tabaibas, tuneras, aulagas, etc que encontramos por el camino, bajo los escarpes de la cumbre descubriremos cuevas, desprendimientos y toda su dinámica geomorfológica. En la cara sur de Amagro encontraremos el Cardón, para luego desaparecer en las Caras Norte y Este. Una vez atravesada la ladera Sur, llegaremos al comienzo de un pista de tierra, no tiene perdida, en ella el cadáver de un coche nos advertirá que algo comienza a cambiar. No obstante pasa fácilmente el disgusto que cogemos al observar las ruinas, 2