El tiempo entre...lecturas
En estos tiempos en los que estamos tan ocupados con obligaciones laborales, escolares, familiares y sociales, tenemos claro que debemos sacar un poco de tiempo para cultivar nuestro cuerpo. El culto al cuerpo se ha convertido en uno de los ejes de la vida de los ciudadanos de nuestro tiempo y , por tanto, por muy ajetreados que estemos, siempre encontramos tiempo para ir a la peluquería, comprar ropa nueva cada temporada o ir al gimnasio. Todo esto porque nos gusta que los demás tengan un buen concepto de nosotros. Según las estadísticas parece que, en la actualidad, tener buen aspecto físico es el rasero por el que se tiende a juzgar a las personas y, aunque la imagen es un aspecto importante de nuestro "yo", ¿qué hay de nuestra mente? ¿Nos tomamos tan en serio cultivar nuestra mente como nuestro cuerpo?
La respuesta general a estas preguntas es NO. A veces olvidamos que somos algo más que un aspecto bonito y que, para enfrentarnos a la vida y su devenires, es necesario adquirir otra habilidades relacionadas con nuestra actividad mental tales como tener criterio propio, saber expresarse, ser más creativo. Estas habilidades no se notan a simple vista y se consiguen con esfuerzo, dedicación y tiempo y , por ello, resultan menos atractivas que cuidar nuestro cuerpo cuyos efectos son inmediatos. Sin embargo, pocas veces tenemos en cuenta que la recompensa por adquirir estas habilidades es enorme dado que aquello que aprendemos permanece con nosotros de por vida.
Por esta razón, desde el IEDA te animamos a que cultives tu mente retomando una de las actividades más placenteras para ello: la lectura. Si eres de los que siempre dices que te gustaría leer pero que no sabes cómo empezar o que nunca encuentras el momento o las ganas para ello, aquí te dejamos algunos consejos para que puedas retomar este hábito:
1. Empieza por un libro ligero de leer, por ejemplo, un libro de relatos cortos es perfecto para ello. Los relatos cortos te darán la oportunidad de comenzar y terminar una historia en un espacio corto de tiempo sin cansarte con tramas complicadas e interminables que pueden llegar a aburrirte y hacer que abandones.
2. Entra en una librería, biblioteca, o retoma un libro que te gustó en su momento. Nadie mejor que tú sabe qué tipo de libros te pueden llegar a gustar. Encontrarás muchas recomendaciones pero no tienen por qué funcionar para ti. Lo mejor es que entres a una librería o bliblioteca y ojees los diferentes tipos de libros. De este modo, también puedes ver libros que te gustaría leer en un futuro.
3. Apaga tu smartphone y la televisión. Estos inventos han sido la causa de que hayamos ido perdiendo el hábito de la lectura. Si consigues desconectar durante un rato, verás que la lectura te resulta más placentera y que además, te puede incluso servir para eliminar el stress.
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