iedarevistadigital May, 2014 | Page 24

Si empiezo este artículo explicando que en él voy hablar de cuestiones gramaticales, estoy seguro de que a muy pocos lectores les apetecerá continuar leyendo lo que aquí sigue. Y lo entiendo, la verdad: lamentablemente, muchos profesores de Lengua nos hemos empeñado en enseñar ciertas reglas lingüísticas, ya de por sí áridas y estomagantes, maltratando la capacidad de retentiva de nuestro alumnado.

Pero, en realidad, en este artículo no voy a centrarme en el correcto uso de las normas lingüísticas, sino en algo que le resultará un poco más atractivo al estudiante (y al profesor) de la enseñanza a distancia. En efecto, lo que aquí me propongo es reflexionar acerca de los principales errores que cometemos cuando nos expresamos por escrito en la plataforma educativa y de qué fácil manera podríamos ponerle solución. Si al final, por todo ello, tengo que sacar a relucir algunas normas lingüísticas, como sin duda ocurrirá, el lector me tendrá que disculpar sin más remedio.

En ese sentido, importa no olvidar que la lengua es un conjunto de reglas que hay que tener presentes para evitar que nuestro idioma se convierta en un código ininteligible. Y que sin su correcta aplicación, seríamos incapaces de comunicarnos verbalmente. No me detengo más: si el lector ya ha llegado hasta este punto del artículo, hará bien en continuar leyendo estos consejos para mejorar su escritura y, con fingida resignación, dejarse inocular algunas reglas ortográficas y gramaticales:

-Solemos ser indulgentes con los errores que los demás comenten en la acentuación de palabras (y esperamos que los demás lo sean con los nuestros) pero, en realidad, el uso incorrecto de la tilde es una falta de ortografía tan imperdonable como escribir Barcelona con “uve”. A este respecto, conviene recordar que “solo” -ya sea un adjetivo un adverbio- nunca lleva tilde, que la Real Academia aconseja no escribirla tampoco en los pronombres demostrativos (“Este aprobará la asignatura”) y que nunca ha existido una regla que inhiba de acentuar las mayúsculas. Otro error frecuente es acentuar el monosílabo “ti” y olvidarse, por el contrario, de tildar los adverbios “cuándo”, “cómo” y “dónde” con valor exclamativo o interrogativo, aun de forma indirecta: “Quiero saber cómo lo haces, colega”.

-En muchas ocasiones tenemos las ideas tan nítidas en la cabeza, o nos parecen tan obvias, que pensamos que nos van a entender casi sin explicarnos. No obstante, los demás solo pueden leer lo que les transmitimos por escrito, por lo que debemos comunicar nuestros pensamientos con cierto orden y claridad. Para ello, es fundamental evitar las repeticiones y emplear sinónimos siempre que corresponda (a no ser que queramos expresarnos expresamente con las mismas expresiones). También, es altamente aconsejable huir del lenguaje “telegráfico” y poco trabado, sobre todo cuando estamos argumentado. Por explicarlo fácilmente para el alumno habituado a realizar tareas educativas: si se te pide que realices un juicio crítico sobre un tema, es recomendable que emplees conectores textuales (“en primer lugar”, “en resumen”, “por todo ello”, “es decir”...) para organizar tu discurso y que este no parezca la lista de la compra del supermercado.

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