La empatía como forma de mejorar nuestras
relaciones interpersonales
Para continuar enfatizando el concepto de empatía la podemos definir como la
capacidad de comprensión acompañada de aprecio y calor humano que
promueve la escucha atenta, sensible libre de prejuicios y valoración del
mundo interior del otro. Se manifiesta de distintas formas: con palabras, con el
comportamiento, con acciones o con decisiones.
Algunos rasgos característicos, que son importantes para entender mejor de que
se trata la empatía, se exponen a continuación:
La persona comprende el significado que tiene para el otro los
sentimientos, los pensamientos y las experiencias que le manifiesta y que
esfuerza por analizar.
La persona percibe el si mismo del otro conforme a la imagen conocida
y aceptada por él.
La persona procura captar el campo vivencial y perceptivo del otro, a la
vez que los significados que para él tienen, con tanta viveza y exactitud
como las que el otro pone al transmitírselos.
La persona ayuda al otro a ver, discernir y entender el significado de lo
que él ha expresado y lo que representan sus experiencias, vivencias y
manifestaciones.
A partir de estos planteamientos, los psicólogos estudiosos de la empatía
señalan que existen dos componentes para la empatía: una reacción emocional
hacia los demás, que normalmente se desarrolla en los primeros seis años de la
vida de un niño y una reacción cognoscitiva que determina el grado en que los
niños de más edad son capaces de percibir el punto de vista o perspectiva de
otra persona. (Lugo, 2015, p54).
9