I.E en las aulas Primer Volumen | Page 12

Aprendiendo a Escuchar Por: Castelló, Araceli. La naturaleza nos dio dos ojos, dos orejas y una boca para que pudiéramos observar y escuchar el doble de lo que hablamos. Epíteto. Saber escuchar es igual, o incluso más difícil, que saber hablar. La escucha activa es un elemento indispensable en la comunicación eficaz y se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a una persona se precisa cierta empatía. La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. Existen algunos obstáculos que impiden que escuchemos con eficiencia y debemos ser conscientes de estos para poder superarlos: Atención dividida: tratar de hacer demasiadas cosas al mismo tiempo nos coloca y coloca al usuario en una posición inadecuada e incómoda. Atención a nosotros mismos: comprometemos nuestra capacidad de escuchar a la otra parte. Pretender que escuchamos: cuando en realidad no es así. Querer hablar primero: El error más habitual es querer hablar primero y expresar nuestro punto de vista a toda costa. Existen algunas actitudes que nos van a permitir mejorar nuestra escucha activa: No interrumpir cuando el usuario está hablando ni valorar o enjuiciar las palabras del otro de inmediato. Comprender que no somos los únicos que hablamos, esto se traduce en dejar hablar a los demás sin anticiparnos a lo que nos van a decir. Consideración y amabilidad hacia las personas con quienes hablamos, esta consideración podemos demostrarla con hechos como: valorar lo que dicen, prestarles atención etc. Voluntad de hacer que la escucha sea parte activa del proceso de comunicación, ser conscientes de que debemos escuchar y mostrar a la otra persona que 12