Identidades Número 1, Febrero 2014 | Page 21

Lo que sí es cierto es que este proceso revolucionario ha marcado negativamente la vida de una parte cada vez más extensa de la población. Tal situación se agudizó a partir de los años noventa, cuando salió a la luz pública la verdadera cara de No existen programas educativos ni espacios públicos de inserción social que aborden temas importantes para los jóvenes. Esta falta de comunicación despoja a las personas de la oportunidad de conectarse a realidades cada vez más crecien- Cayo Hueso, en el centro de La Habana. San Miguel y Aramburu la revolución cubana y sus consecuencias para la sociedad. Un rasgo social visible a la hora de hablar de violaciones de esta naturaleza, son las expresiones del lenguaje al referirse a una persona de la raza negra: “negro, niche,” en los espacios de la radio y la televisión, el centro de trabajo y las escuelas, e incluso en su uso por funcionarios del gobierno, que demuestran que los negros en Cuba sufren doblemente el abuso del poder. Según opiniones de juristas cubanos en base a su experiencia laboral, en los tribunales populares jamás se ha radicado una denuncia por racismo o xenofobia, pese a que es un fenómeno social evidente. Esa mentalidad debe ser reconstruida desde su inicio, quizás a través de una reivindicación histórica. La educación y la salud son otro claro ejemplo. Una educación adoctrinada, aunque la reforma constitucional de 1992 proclamara su laicismo. tes entre la población. Se obstaculiza la participación activa y creadora de los jóvenes en la vida cultural, convirtiéndolos en las principales víctimas de la marginación y de la exclusión social. El área de la salud, con una atención preventiva mediocre y en muchos casos con acceso diferenciado al servicio, es otra muestra de desigualdades que las estadísticas oficiales tratan de ocultar y a menudo lo logran. Estos fenómenos negativos y sus impactos sociales provocan que la preparación intelectual sea menor entre la población negra del país. En medio de estas condiciones salen a relucir rasgos negativos como la vulgaridad en el lenguaje, comportamientos delincuenciales y excesiva violencia entre los jóvenes. La criminalidad en los barrios marginales es algo común. Son comportamientos sociales que afectan desde la niñez, al tiempo que los tribunales siguen criminalizando con mayor intensidad y dureza a las personas de la raza ne- 19