Lo que sí es cierto es que este proceso revolucionario ha marcado negativamente la vida de una
parte cada vez más extensa de la población. Tal
situación se agudizó a partir de los años noventa,
cuando salió a la luz pública la verdadera cara de
No existen programas educativos ni espacios públicos de inserción social que aborden temas importantes para los jóvenes. Esta falta de comunicación despoja a las personas de la oportunidad
de conectarse a realidades cada vez más crecien-
Cayo Hueso, en el centro de La Habana. San Miguel y Aramburu
la revolución cubana y sus consecuencias para la
sociedad.
Un rasgo social visible a la hora de hablar de violaciones de esta naturaleza, son las expresiones
del lenguaje al referirse a una persona de la raza
negra: “negro, niche,” en los espacios de la radio
y la televisión, el centro de trabajo y las escuelas,
e incluso en su uso por funcionarios del gobierno,
que demuestran que los negros en Cuba sufren
doblemente el abuso del poder.
Según opiniones de juristas cubanos en base a su
experiencia laboral, en los tribunales populares
jamás se ha radicado una denuncia por racismo o
xenofobia, pese a que es un fenómeno social evidente. Esa mentalidad debe ser reconstruida
desde su inicio, quizás a través de una reivindicación histórica.
La educación y la salud son otro claro ejemplo.
Una educación adoctrinada, aunque la reforma
constitucional de 1992 proclamara su laicismo.
tes entre la población. Se obstaculiza la participación activa y creadora de los jóvenes en la vida
cultural, convirtiéndolos en las principales víctimas de la marginación y de la exclusión social. El
área de la salud, con una atención preventiva mediocre y en muchos casos con acceso diferenciado
al servicio, es otra muestra de desigualdades que
las estadísticas oficiales tratan de ocultar y a menudo lo logran.
Estos fenómenos negativos y sus impactos sociales provocan que la preparación intelectual sea
menor entre la población negra del país. En medio
de estas condiciones salen a relucir rasgos negativos como la vulgaridad en el lenguaje, comportamientos delincuenciales y excesiva violencia entre los jóvenes. La criminalidad en los barrios
marginales es algo común. Son comportamientos
sociales que afectan desde la niñez, al tiempo que
los tribunales siguen criminalizando con mayor
intensidad y dureza a las personas de la raza ne-
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