Identidades Número 1, Febrero 2014 | Page 17

Trauma y desamparo social. Un reto para la Cuba del futuro clase y género en Cuba y el mundo Eleanor Calvo Martínez Directora del Observatorio Ciudadano contra la Discriminación (OCD) La Habana, Cuba L a imagen de Cuba que las autoridades se han empeñado en vender al mundo es la de un país incluyente, modelo de justicia y equilibrio social. Hay que reconocer que los gobernantes cubanos, tan ineficaces e ineficientes para cumplir sus compromisos, planes y responsabilidades, han demostrado envidiable habilidad para convencer a amigos e incluso a ajenos de que, a pesar de las carencias económicas, nuestro país sigue siendo un espacio de igualdad donde no hay lugar al desamparo social. Aunque muchas personas e instituciones en el mundo continúan percibiendo a Cuba como un país donde la justicia social es un aliciente frente a las recurrentes penurias económicas, la crisis profunda de un modelo en irreversible fracaso ha hecho aflorar los más grandes traumas sociales y vivenciales sin que el gobierno ni la sociedad encuentren respuestas coherentes en los marcos del sistema actual. La inviable gestión económica de un régimen que, a fuerza de voluntarismo y destructivo monopolio, ha causado la depauperación casi total de nuestro cuerpo económico y convertido a Cuba en una nación dependiente, tanto de una particular relación comercial con su sempiterno enemigo político (Estados Unidos) como del subsidio multimillonario de su coyuntural aliado. Tantos años de crisis sin soluciones, junto a la deplorable gestión de un gobierno que hace mucho tiempo rompió su contrato con la sociedad, han generado numerosos bolsones de miseria por toda la isla y un cuadro de evidente desigualdad social, donde un pequeño segmento de la sociedad se mueve de la co [