Mirando desde
Estados Unidos hacia Cuba
Bonita Lee Penn
Periodista
Directora editorial, Soul Pitt Media
Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos
M
e sentí honrada cuando mi amigo Juan
A. Alvarado Ramos, Presidente de la
Plataforma de Integración Cubana,
me pidió que escribiera un artículo para IDENTIDADES. Sabía que quería escribir sobre el proyecto AfricAméricas II 2014, especialmente sobre
los importantes diálogos que tuvieron lugar en los
paneles presentados, pero también sobre la entrevista que hice a dos artistas, un diálogo entre cubanos y estadounidenses.
Antes de los eventos AfricAméricas 2013 y 2014,
lo que sabía de Cuba venía de películas viejas,
diarios de viaje y de la versión de la historia, llena
de generalizaciones y estereotipos, que aprendimos en la escuela: bellas playas, una perspectiva
idealizada de igualdad entre todos los cubanos,
viejas fumando puros, gente tocando y bailando
(Los cubanos siempre están bailando, ¿verdad?).
En las películas se presentaban criminales típicos
(Scarface), estilos ilícitos de vida (Antes que anochezca); traición y mujeres sexy (Chico &
Rita)… Las verdades dependían de quién estaba
narrando, sobre todo cuando se trataba de las verdades sobre los afrodescendientes.
Al examinar tantas imágenes contrastantes e incompatibles, encontrar a la verdadera Cuba ha
sido un proceso de continuo descubrimiento. Un
punto de inflexión para mí fue cuando un grupo
de cubanos visitó Pittsburgh en 2013 para exponer fotos documentales sobre las verdaderas y actuales condiciones de vida de muchos negros en
La Habana. El fotógrafo, Juan Antonio Madrazo,
90
afrodescendi ente y activista por los derechos civiles, captó muchas imágenes de las muy malas
condiciones de vida y vivienda, algo que reflejaba
la falta de recursos para lo que en Estados Unidos
llamaríamos vivir con dignidad. Sin embargo, encontré en estas fotos una bocanada de aire fresco:
lo que yo buscaba, la verdadera gente que vive en
Cuba—sin encubrimiento— su día a día en su lucha también cotidiana. Invité a todos mis conocidos a visitar la exhibición y ver las películas, para
poder cerciorarnos de lo que en realidad estaba
ocurriendo allí. Me alegró mucho poder llevar a
mi madre y a mi tía, que presenté al grupo cubano.
Lo único que me interesa es la verdad, sin importar lo fea o bella que sea. Por vivir como mujer
negra en Estados Unidos y porque soy producto
de un sistema educacional blanco, conozco muy
bien qué es la verdad mancillada, que siempre nos
ha contado el opresor. Pero estoy agradecida de
haber nacido con el espíritu de mis ancestros dentro: mi abuela siempre me decía que siguiera buscando y descubriera mi propia verdad. Hay un
proverbio africano que reza: “Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, los cuentos
de la caza siempre celebrarán al cazador”. Este es
uno de los lemas que rigen mi vida como escritora
y la razón por la cual siempre escribo desde mi
punto de vista sobre cómo mi gente ve su vida en
Estados Unidos y el mundo. Por eso apoyo y estimulo la libertad de expresión de cada persona
que conozca y esta es la razón por la cual quiero
enseñarles a nuestros niños a escribir y por la cual