trabajadoras porque tendrán un espacio y un patrón para trabajar. Además, las desestigmatizará
del uso descualificador de prostitutas, pasando
entonces a tener una profesión/ocupación de profesionales del sexo. Pero Pagu y Rocha estiman
que el PL es un retroceso en la lucha por la libertad de la mujer. Contribuye a la industria del sexo
y al tráfico de mujeres, al legalizar la explotación
por seguir una lógica mercantilista. Mientras que
el autor del PL destaca el crecimiento económico,
para atraer mega eventos, Pagu y Rocha ven aquí
algo lucrativo para la industria del sexo. Ellas señalan la explotación de la prostitución como actividad rentable, así como el crimen organizado,
con su tráfico de drogas y de armas. Declaran que
la dignificación de la mujer no pasa por la dignificación de la prostitución. En este caso, lo que
será dignificado, una vez más, será la industria del
sexo.
Las autoras aun destacan que Holanda y Alemania reglamentaron la prostitución de manera que
el tráfico se entiende como “inmigración facilitada”, y en Holanda el gobierno estableció incluso
cuotas legales para “trabajadoras sexuales extranjeras”. Como la mayoría de las mujeres pobres no
consiguen financiar su inmigración, se someten a
los empresarios del sexo.
Sobre esto, Pagu y Rocha afirman que: “el debate
del PL ha sido simplificado a ser un asunto de estar en contra o a favor de la regularización de la
prostitución. Basado en una conclusión empírica,
podemos observar que los seis artículos del proyecto no tienen condiciones para generar trabajo
decente para las/los prostitutas/os”.
La simplificación se justifica por el poco debate y
mucha polémica que ha resultado en la no aprobación del PL.
La reglamentación de la profesión de prostituta de
2012 es una lucha de Gabriela Leite y Fernando
Gabeira, y se enfoca en ese PL. Su único problema para mí es haber surgido con “miras hacia
la Copa de 2014”, basándose en los intereses económicos, en vista de que no hubo un debate profundo sobre la explotación sexual y el tráfico de
personas. Igualmente, la inversión para ese fin fue
ínfima para la Copa del Mundo de 2014 en relación con los cálculos del gobierno sobre el flujo
de turistas dentro del país, ya que las ciudadessede de Salvador, Recife, Natal y Fortaleza son
centros turísticos, y de explotación y abuso sexual. Vale notar que gran parte de esas mujeres y
menores son negras y pobres, y por muchos motivos terminan siendo víctimas y sin herencia del
Mundial.
Para las mujeres negras no existió el legado de la
Copa porque ellas fueron alejadas del proceso, según la ONG Odara, CESE,9 Esplar, ANCOP y la
Fundación Heinrich Böll. Fue prohibida la venta
durante la Copa de 2014 en Salvador de las bahianas del acarajé, que es patrimonio inmaterial de
Bahía.
En ese caso específico, la FIFA sí permitió la
venta de este patrimonio nacional. Además de
eso, las mujeres negras, que en su mayoría &