resultan frustrantes hasta para quienes vivieron
en medio de ellas durante muchos años y retornan del exterior con una idea de algo que
nunca existió, como Armando Soler expone en
“El emigrante insólito”.
En el plano internacional se inscribe el trabajo
“En agosto, a la hora señalada”. Bonita Lee
Penn aborda la problemática racial en los Estados Unidos y, sobre todo, la violencia racial
que frecuenta sus barrios y ciudades, a través
de los sucesos en Ferguson, Missouri, con la
muerte del joven afroamericano Michael
Brown a manos de un policía blanco y las
perspectivas presentadas institucionalmente
para sustentar la desestimación de cargos criminales, en contra de las perspectivas que
ofrecen testigos presenciales y de las reacciones de la comunidad local, nacional e internacional.
La inconsistencia del programa social, educacional y de derechos civiles en Cuba se pone
de manifiesto con los testimonios de Michel
Perea, en “Confesiones de un gay cubano”, y
de Natividad Soto, en “De Cuba soy, en Cuba
vivo y de su realidad hablo hoy”. Perea narra
los desgarrantes abusos, desprecios y agresiones en vida. Uno de sus pasajes reza: “Estoy
convencido de que personas como yo hay miles (…) Recibí maltratos de todo tipo, tanto de
alumnos como de maestros. Un profesor me
agredió de palabra y me propinó una patada
que lastimó mi espalda. Me escapé de la escuela y estuve corriendo por los sembrados de
maní, con varios profesores detrás (…) Llegaron a afectarme en mi manera de ver la vida.
Me convertí en un joven apático, le cogí miedo
a la calle.”
Natividad se concentra en la “Escuela al Campo”, en la cual estaban obligados a participar
todos los estudiantes cubanos, para ilustrar
vivamente la frustración de la juventud que, en
medio de un aberrante sacrificio, tiene ahora
que admitir: “Así hemos vivido, con la mirada
y nuestros esfuerzos puestos en el futuro y perdimos la posibilidad de tener un presente.
Nuestra vida quedó atrapada entre un pasado
terrible antes de 1959 y un futuro mejor que se
niega a darnos la cara.”
cia deliberativa”. Aquí señala: “No me quedó
la menor duda que la democracia deliberativa
El nuevo contexto internacional generado por
el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos entronca
de manera coherente con el ya insostenible
entramado político y económico-social cubano.
Para todos los interesados en el cambio, dentro
y fuera de Cuba, la democracia y el ya inaplazable proyecto de nación constituyen un compromiso. De ahí la importancia del precitado
trabajo de Manuel Cuesta Morúa sobre la necesaria y posible salida progresista al caos cubano. De entre los inminentes retos en este
sentido, Cuesta enumera dos como puntos centrales de la agenda y el debate político nacional: “Este derrumbe [del relato enemigo] facilita dos desarrollos importantes que están en la
agenda de los progresistas cubanos: la emergencia de la voz de los ciudadanos y del debate
por la institucionalización de la pluralidad social, cultural y política de Cuba, que supone
profundos cambios constitucionales hacia el
ámbito garantizado de las libertades.”
Estos principios han sido la base del desarrollo
que se observa en las Mesas de Iniciativa
Constitucional (MIC), cuyos resultados han
generado un amplio intercambio nacional e
internacional. Ahí se cuentan los dos talleres
de Democracia Deliberativa organizados por la
Plataforma de Integración Cubana en Pittsburgh mucho antes del restablecimiento de
relaciones diplomáticas, y otro en febrero de
este año en Miami, con el coauspicio del Programa de Democracia Deliberativa, el Proyecto
Nuevo País, el Comité Ciudadanos por la Integración Racial, el Centro de Investigaciones
Cubanas de la Universidad Internacional de
Florida, EveryDay Democracy y otras organizaciones en Estados Unidos. El trabajo “Desde
las mesas constitucionales hasta una convención constitucional”, de Robert Cavalier, versa
sobre la sólida sustentación de ese programa en
Cuba, a la vez que abunda en las ventajas de su
metodología y principios fundamentales para
lograr mayor y más diversa participación de la
comunidad en los foros deliberativos.
Fernando Palacio resume la amplia participación de los activistas y líderes cívicos cubanos
y la re W&7W6