Con esta merienda hay que recibir clases y realizar ejercicios físicos. Se supone que esta alimentación sea suficiente para permanecer durante siete horas
en la escuela secundaria. Y para ponerle
la tapa al pomo, como diría cualquier
cubano ,el pre-universitario dejó de ser
selectivo a condición de pasar los tres
años en una Escuela en el Campo, con
su comida deficiente y en condiciones
habitacionales que requirieron hasta de
los esfuerzos de los padres para lograr
alguna mejoría.
Ni hablar de la organización, disciplina
y calidad de las clases. Es muy palpable
la decadencia que se apodera a grandes
pasos de la educación cubana. Hoy tenemos que hacer mucho esfuerzo para
proveer a nuestros hijos con un poco de
galletas de sal o tostadas, mayonesa,
una barra de guayaba…
Y este fue nuestro futuro, por él nos
s